El rover Curiosity de la NASA encuentra ondulaciones de olas que sugieren la existencia de cuerpos de agua líquidos en la antigüedad del planeta rojo.
MADRID, 16 de enero (EUROPA PRESS) – Investigadores de la NASA, liderados por el equipo del rover Curiosity, han descubierto nuevas evidencias que apuntan a la presencia de antiguos estanques y lagos en Marte, que no estaban cubiertos por hielo, como sugerían algunos modelos climáticos anteriores. Estas evidencias, en forma de ondulaciones de olas, se han preservado en las rocas marcianas y brindan una nueva perspectiva sobre el clima primitivo del planeta rojo.
Las ondulaciones de olas son pequeñas formaciones en las orillas arenosas de los antiguos lechos de lagos, creadas por la acción del viento sobre el agua. Este tipo de formaciones se producen cuando el agua poco profunda, impulsada por el viento, genera ondas pequeñas sobre las superficies de arena fina. Los científicos han identificado dos conjuntos de estas ondulaciones en Marte, que indican que en tiempos remotos el planeta pudo haber albergado cuerpos de agua abiertos al aire, sin la capa de hielo que muchos modelos climáticos recientes asumen.
El descubrimiento, realizado por el rover Curiosity de la NASA en 2022, sugiere que hace unos 3.700 millones de años Marte tenía una atmósfera y un clima lo suficientemente cálidos como para permitir la presencia de agua líquida en la superficie, un hallazgo importante que amplía la comprensión sobre la habitabilidad del planeta en sus primeros períodos.
Según los investigadores, liderados por el profesor John Grotzinger de Caltech, estas ondulaciones se formaron en un ambiente donde el agua no estaba congelada, lo que resulta crucial para estudiar las condiciones climáticas pasadas de Marte. "La forma de las ondulaciones sólo podría haberse formado bajo agua expuesta a la atmósfera y bajo la acción del viento", explicó Claire Mondro, autora principal del estudio.
Los modelos informáticos creados por la experta en geología Michael Lamb sugieren que las ondulaciones halladas por Curiosity se originaron en un lago de agua poco profunda, con una profundidad de menos de 2 metros. Este tipo de características indica un entorno con agua estancada, lo que proporciona importantes pistas sobre las condiciones en las que Marte pudo haber sostenido vida microbiana en sus primeras etapas.
Las ondulaciones se descubrieron en dos ubicaciones distintas dentro del cráter Gale: un conjunto en el afloramiento Prow, que se formó cuando la región contenía dunas de arena movidas por el viento, y otro en el Amapari Marker Band, que indica un lago con un nivel de agua ligeramente superior. Este hallazgo sugiere que Marte pudo haber tenido múltiples períodos en los que las condiciones atmosféricas permitieron la acumulación de agua en su superficie, a lo largo de distintas etapas de su historia.
Este descubrimiento, publicado en la revista Science Advances, es considerado un avance importante en la ciencia paleoclimática marciana. Como señaló Grotzinger, "hemos estado buscando estas características desde que las misiones Opportunity y Spirit comenzaron en 2004. Ahora, diez años después del descubrimiento de los lagos antiguos, Curiosity ha encontrado señales de lagos que no tenían hielo, lo que ofrece una valiosa perspectiva sobre el clima primitivo de Marte".
El hallazgo también refuerza la hipótesis de que Marte pudo haber sido un lugar más cálido y húmedo en el pasado, con un clima capaz de sostener agua líquida en su superficie, un factor clave para la posible existencia de vida en el planeta.