Liderazgos comunitarios y empresariales se enfrentan con mediación estructurada
LA VEGA. En un intento por destrabar los constantes conflictos entre las comunidades de Cotuí y la minera Barrick Pueblo Viejo, el ministro de Energía y Minas, Joel Santos, presentó este miércoles una metodología que promete marcar un antes y un después en el diálogo. Este mecanismo busca, con urgencia y precisión, establecer metas claras y alcanzar acuerdos justos en las zonas afectadas por la explotación minera en la provincia Sánchez Ramírez.
“Es hora de definir conceptualmente las diferencias y asignar subcomisiones técnicas que aborden cada tema con profundidad y eficiencia”, declaró Santos durante el segundo encuentro del proceso de mediación, realizado en el obispado de La Vega.
Ética y justicia: los pilares de la comisión
En este histórico encuentro participaron figuras clave como monseñor Carlos Morel Diplán, el Defensor del Pueblo Pablo Ulloa, y Juana Barceló, presidenta de Barrick Pueblo Viejo, junto a líderes comunitarios y autoridades locales.
El objetivo: conformar una comisión de seguimiento que garantice soluciones concretas y sostenibles a los desacuerdos.
La participación de la Iglesia Católica y el Defensor del Pueblo como garantes éticos y constitucionales eleva el nivel del proceso, ofreciendo un respaldo moral y legal a las comunidades afectadas.
En este contexto, sacerdotes como Juan Gabriel Belén, Johnny Durán y Osvaldo Concepción, SJ, junto a representantes del Defensor del Pueblo como Lorenzo Herrera y Harold Modesto, subrayaron su compromiso con la transparencia.
Delegados y temas críticos: la negociación toma forma
En una demostración de inclusividad, cada sector designó a sus representantes para integrar la comisión de seguimiento.
Por las comunidades, Matilde Manzueta Sosa, Martín Guzmán Tejada y Fernando Peña asumieron el compromiso de defender los intereses locales.
Barrick Pueblo Viejo, por su parte, confió en Giselle Varela, Grant Beringer e Isaac Luciano.
Pablo Ulloa enfatizó que se logró un avance significativo en temas como las normas de evaluación de viviendas y la recopilación de información clave.
“La calidad de los datos recolectados será fundamental para acelerar los trabajos y garantizar resultados efectivos”, aseguró el defensor.
Próximos pasos: hacia un consenso tangible
El próximo encuentro, previsto para el lunes 20 de enero, dará continuidad a los programas de trabajo establecidos.
La expectativa es alta, con todas las partes confiando en que el esfuerzo conjunto pueda transformar este ambiente de tensión en un modelo de diálogo y cooperación efectiva.
“Hemos creado un espacio de confianza y trabajo colectivo que, sin duda, marcará un hito en la relación entre comunidades y empresas”, concluyó Ulloa.