La Corte respalda la decisión del Congreso de suspender la plataforma por preocupaciones de seguridad nacional, pese a las apelaciones de la empresa.
Santo Domingo.- El Tribunal Supremo de los Estados Unidos ha dado luz verde este viernes a la ley que ordena la suspensión de la popular plataforma social TikTok en todo el país a partir del 19 de enero. La decisión de la Corte respalda las medidas adoptadas por el Congreso, que considera que el uso de la aplicación representa una amenaza para la seguridad nacional, particularmente debido a sus vínculos con la empresa china ByteDance.
El fallo judicial se produce en un contexto de creciente preocupación entre las autoridades estadounidenses, que ven en TikTok un riesgo potencial debido a su relación con China. Los funcionarios han señalado que la plataforma recopila grandes cantidades de datos personales de los usuarios, lo que, en caso de ser compartido con el gobierno chino, podría poner en peligro la privacidad y seguridad de los ciudadanos estadounidenses. Por ello, el gobierno ha exigido que TikTok se desvincule de ByteDance, su empresa matriz, para mitigar los riesgos asociados.
El Supremo reconoció que TikTok ha sido una herramienta importante para la expresión personal y cultural, permitiendo que millones de personas compartan contenido creativo y de entretenimiento. Sin embargo, los jueces argumentaron que el Congreso ha demostrado que las preocupaciones de seguridad nacional sobre la recopilación de datos y la influencia extranjera son lo suficientemente fundamentadas como para justificar la suspensión de la aplicación.
En su dictamen, el tribunal precisó que, aunque la plataforma es un medio valioso para la libre expresión, las acciones del Congreso no violan los derechos de los ciudadanos protegidos por la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos. Según la Corte, las medidas adoptadas para abordar las amenazas a la seguridad nacional están dentro del marco legal y no infringen los principios constitucionales sobre la libertad de expresión.
La decisión del Supremo marca un hito en la creciente batalla entre las autoridades de Estados Unidos y las grandes plataformas tecnológicas, especialmente aquellas con vínculos con gobiernos extranjeros. A lo largo de los últimos años, el debate sobre la seguridad de las aplicaciones de origen chino ha sido un tema recurrente, con medidas similares adoptadas en otros países, como India, que ya prohibió TikTok en 2020.
Por su parte, TikTok ha mostrado su descontento con la decisión, reiterando que la compañía no ha compartido datos de sus usuarios con el gobierno chino y que ha implementado estrictos protocolos de seguridad para proteger la información personal. A pesar de sus esfuerzos por desvincularse de ByteDance y garantizar la privacidad de los usuarios, las autoridades de EE.UU. se mantienen firmes en su postura de que los riesgos relacionados con la aplicación son demasiado altos como para permitir su operación en el país sin restricciones.
La suspensión definitiva de TikTok afectará a millones de usuarios estadounidenses que utilizan la aplicación a diario, no solo como una herramienta de entretenimiento, sino también como una plataforma para compartir información, realizar negocios e incluso para fines educativos. A partir del 19 de enero, la aplicación dejará de estar disponible para la descarga, y sus servicios podrían verse limitados a medida que se implementen las nuevas regulaciones.
Este fallo judicial representa un paso más en la creciente regulación de las grandes tecnológicas, y pone de relieve las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China en el ámbito digital.
Twitter y Facebook bloqueados en China
La censura en China es uno de los aspectos más controvertidos del control del gobierno sobre Internet. Las autoridades chinas consideran que la censura es una herramienta esencial para mantener el orden social y evitar la propagación de contenido que pueda amenazar la estabilidad política o el control del Partido Comunista. Además, el gobierno utiliza un sistema de monitoreo masivo que detecta y bloquea el acceso a sitios web y aplicaciones extranjeras que consideran peligrosas para su agenda. A través del conocido “Gran Cortafuegos”, las autoridades pueden filtrar información que se difunde a través de la web, asegurándose de que los ciudadanos solo accedan a contenidos aprobados por el gobierno.
En el caso específico de Facebook, la razón detrás de su bloqueo se remonta a los disturbios de Ürümqi en 2009, cuando manifestantes que exigían la independencia del Turkestán Oriental utilizaron la plataforma para coordinar acciones. El gobierno chino, en un intento por sofocar las protestas y controlar la información, bloqueó el acceso a Facebook, alegando que la red social facilitaba la organización de actos violentos y la propagación de ideologías separatistas. Esta decisión también estuvo motivada por el rechazo de Facebook a colaborar con las autoridades chinas al no proporcionar los datos de los usuarios implicados en los disturbios, lo que agravó la relación entre la empresa y el gobierno chino.
El bloqueo de Facebook y otras plataformas extranjeras también responde a la estrategia de China para proteger a sus propios servicioss de la competencia extranjera. Mientras Facebook, Twitter, y YouTube están bloqueados, China ha fomentado el crecimiento de plataformas locales como Weibo, WeChat y Baidu, que operan bajo estrictas regulaciones gubernamentales. Estas plataformas permiten al gobierno monitorear y controlar más fácilmente el flujo de información dentro del país. Aunque los servicios chinos ofrecen características similares a las redes sociales occidentales, los usuarios están sujetos a una vigilancia constante y a un control más estricto sobre los contenidos que pueden compartir y consumir.
El control de Internet en China ha generado preocupaciones a nivel internacional sobre la libertad de expresión y el derecho a la privacidad. Organizaciones como Human Rights Watch y Reporteros Sin Fronteras han criticado las políticas de censura del gobierno chino, señalando que impiden el acceso a información imparcial y limitan la capacidad de los ciudadanos para expresar sus opiniones libremente. Sin embargo, el gobierno chino defiende estas medidas como necesarias para proteger la seguridad nacional y el orden social. A pesar de la censura, muchos ciudadanos chinos recurren a herramientas como redes privadas virtuales (VPN) para eludir las restricciones y acceder a sitios web bloqueados, aunque esto también puede acarrear sanciones.