El pacto, mediado por Estados Unidos y Qatar, busca poner fin a las hostilidades y liberar rehenes en un proceso que se desarrollará en tres fases.
El gabinete de seguridad de Israel ha dado este viernes su aprobación inicial a un acuerdo con el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) para un alto el fuego en la Franja de Gaza. Aunque el acuerdo aún debe ser ratificado por el Gobierno en una próxima reunión, el respaldo del gabinete representa un avance significativo hacia la resolución del conflicto en la región.
La oficina del primer ministro, Benjamin Netanyahu, ha señalado que la decisión se tomó tras analizar "todos los aspectos diplomáticos, de seguridad y humanitarios" del acuerdo. Según la declaración oficial, el pacto contribuye a "lograr los objetivos de la guerra", lo que subraya su importancia estratégica para Israel, recoge una reporte de la agencia Europa Press.
El acuerdo fue anunciado inicialmente el miércoles por Estados Unidos y Qatar, quienes han desempeñado un papel crucial como mediadores. El alto el fuego incluye la liberación de rehenes secuestrados por Hamás desde el 7 de octubre de 2023, a cambio de un número no especificado de presos palestinos en cárceles israelíes. A pesar del anuncio, el Gobierno israelí no emitió una declaración inmediata. Fue el jueves cuando el primer ministro Netanyahu acusó a Hamás de "crear una crisis de última hora" al "retractarse de entendimientos explícitos", lo que llevó al aplazamiento de la reunión del Gobierno para ratificar el acuerdo.
El acuerdo, que es el resultado de meses de negociaciones indirectas, se desarrollará en tres fases. La primera fase, con una duración de 42 días, establecerá el cese de hostilidades, la retirada de las tropas israelíes a la frontera y el intercambio de 33 rehenes por presos palestinos. Esta etapa inicial es fundamental para reducir las tensiones y abrir el camino a las siguientes fases.
La segunda fase del pacto se centrará en la entrega segura y eficaz de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, que ha quedado devastada tras más de 15 meses de ofensiva israelí. Las operaciones humanitarias incluirán la reparación de centros de salud y la entrada de suministros esenciales y combustible en el enclave. La implementación de esta fase dependerá del éxito de la primera.
La tercera fase, cuyos detalles aún no se han especificado completamente, se espera que consolide los avances logrados en las fases anteriores y establezca un marco más sólido para la paz a largo plazo.
El conflicto actual comenzó tras los ataques del 7 de octubre de 2023, que dejaron aproximadamente 1.200 muertos y unos 250 secuestrados. Desde entonces, el número de fallecidos en Gaza ha ascendido a casi 46.800, según las autoridades locales, controladas por Hamás. A estas cifras se suman más de 850 palestinos fallecidos en Cisjordania y Jerusalén Este, en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad israelíes y ataques de colonos.
La aprobación inicial de este acuerdo por parte del gabinete de seguridad israelí marca un paso importante hacia la reducción de la violencia y la estabilización de la región, aunque la plena implementación del pacto dependerá de las negociaciones y el cumplimiento de ambas partes en las semanas y meses por venir.