Dispositivos electrónicos afectan cerebros inmaduros con efectos en conducta y desarrollo
El Colegio de Psicólogos Dominicanos lanzó una voz de alarma sobre los graves efectos nocivos que el uso prolongado de dispositivos electrónicos y redes sociales está causando en niños y adolescentes.
Según la presidenta de la entidad, Yanys Mejía, y el secretario de Divulgación Científica, José Manuel Ortiz, la adicción tecnológica está impactando negativamente el desarrollo psicoemocional y físico de los menores, quienes carecen de la capacidad para discernir las consecuencias de lo que consumen.
Mejía explicó que, aunque la tecnología facilita la comunicación y el acceso a la información, el uso desmedido de dispositivos electrónicos tiene un impacto particularmente perjudicial en los jóvenes.
"El cerebro de los niños, aún en desarrollo, no puede procesar adecuadamente la gran cantidad de información a la que están expuestos", afirmó.
Casos extremos: redes que incitan al suicidio y daño físico
La situación se agrava en adolescentes, quienes tienen mayor acceso a contenidos inapropiados. Mejía destacó la existencia de programas en redes sociales que incitan al suicidio o promueven actos violentos contra familiares y amigos.
"Los padres, en muchas ocasiones, entregan tablets o celulares a sus hijos desde temprana edad para mantenerlos tranquilos, sin supervisar los contenidos que consumen", indicó.
Sostiene que que la falta de control y la inteligencia de algunos menores para desbloquear restricciones agravan el problema.
Impacto en el aula y desarrollo psicomotor
Los efectos de esta adicción ya son evidentes en el ámbito escolar. "Los maestros reportan que los niños se quedan dormidos en clase debido a que pasan largas horas usando dispositivos electrónicos en casa. Esto afecta su atención y rendimiento académico", explicó Mejía.
El tiempo excesivo frente a pantallas también está relacionado con problemas de obesidad, sedentarismo y trastornos cardiovasculares, debido a la falta de actividad física.
Mejía destacó que los niños ya no interactúan como antes, evitando juegos al aire libre y actividades sociales esenciales para su desarrollo.
Adicción tecnológica: dopamina y dependencia
Ortiz señaló que el uso continuado de redes sociales y dispositivos electrónicos genera placer a través de la dopamina, lo que contribuye a una adicción progresiva.
"Al igual que en otras adicciones, el cerebro demanda cada vez más tiempo frente a las pantallas para experimentar la misma sensación de bienestar", explicó.
Este fenómeno no solo afecta a jóvenes. Según Ortiz, incluso adultos caen en la trampa de las redes al buscar información en sus celulares y pasar horas atrapados sin darse cuenta.
Inteligencia artificial y manipulación digital
Mejía también advirtió sobre los riesgos asociados con la inteligencia artificial, que guía de manera inconsciente a los usuarios hacia comportamientos adictivos.
"Las redes sociales ofrecen contenido relacionado con las búsquedas iniciales, generando una falsa necesidad que fomenta una dependencia creciente", subrayó.
Un llamado urgente a la supervisión parental
Los expertos hicieron un llamado a los padres y tutores para que asuman un rol más activo en la supervisión del uso tecnológico de sus hijos.
"Es fundamental establecer límites y fomentar actividades alternativas que promuevan el desarrollo integral de los menores", concluyó Mejía.
Yanys Mejía y José Manuel Ortiz fueron entrevistado por Héctor Herrera Cabral, en el programa D´AGENDA.