Trump se propone cumplir un conjunto de promesas que, de concretarse, dejarán una huella indeleble
Por: Amín Cruz
“Todo político debe tener una misión con una clara visión del presente y futuro para no quedar atrapado en su laberinto”, AC.
El recién electo presidente número 47 de los Estados Unidos de América, Donald J. Trump, entra a este nuevo mandato en una posición más firme y con mayor experiencia que en su primera toma de posesión en 2016. Ahora, con un conocimiento más claro del estado, del mundo y de sus objetivos, Trump se propone cumplir un conjunto de promesas que, de concretarse, dejarán una huella indeleble. Para algunos, podría convertirse en el "Mesías" del siglo XXI; para otros, sus decisiones podrían desencadenar consecuencias que lamentarán incluso sus propios seguidores.
Donald Trump es, sin lugar a dudas, una figura que inspira admiración y controversia. Su tenacidad para alcanzar sus metas, independientemente de las críticas o los obstáculos, lo posiciona como un vencedor nato. Sin embargo, su estilo personal, a menudo agresivo y desafiante, es objeto de debate. Por encima del bien y del mal, Trump se impone como un líder que no teme desafiar los límites de lo convencional.
En sus discursos recientes, ha dejado en claro algunas de sus prioridades. Por ejemplo, se ha comprometido a otorgar amnistía a los acusados y sentenciados por los disturbios en el Capitolio, demostrando que su influencia política sigue intacta incluso frente a los retos legales que enfrenta. Su capacidad para eludir consecuencias graves, como en los casos judiciales en Nueva York, refuerza su imagen de invencibilidad entre sus seguidores.
Sin embargo, los próximos cuatro años no serán sencillos ni para los Estados Unidos ni para el mundo… ¿será un antes o un después?. Trump llega con un plan de medidas que podrían poner a muchos "al filo de la navaja". Desde su perspectiva, esto forma parte del costo de avanzar hacia sus objetivos. Como dicen los católicos: “Que Dios nos encuentre confesados”.
El equipo y las promesas es un traje a la medida a diferencia de su primer mandato, Trump ha armado un equipo de hombres y mujeres leales a su visión, reforzando su control en la Casa Blanca. Con la Cámara de Representantes y el Senado inclinados a su favor, tiene las herramientas necesarias para ejecutar su agenda.
Sin embargo, persisten preguntas puntuales sobre cómo manejará temas cruciales como:
Deportaciones masivas y la construcción del muro fronterizo.
Reformas al sistema de inmigración.
Políticas comerciales internacionales, incluyendo las relaciones con Canadá, México, la Unión Europea, China y Rusia.
Energía y producción, así como la política ambiental.
Relaciones multilaterales, particularmente con la ONU.
Avances en inteligencia artificial, ciberseguridad y defensa.
Derechos Humanos y Civiles.
Canadá, Groenlandia y el Canal de Panamá, (¿Que pasará con Puerto Rico?).
Además, su promesa de abordar conflictos internacionales como la guerra entre Ucrania y Rusia, la crisis en Gaza, el enfrentamiento entre Israel y Palestina, y las tensiones en Oriente Medio serán pruebas de fuego para su política exterior. A esto se suma el reto de gestionar las relaciones con China y Rusia, así como el complejo panorama migratorio y político de América Latina.
Un legado incierto pero significativo: El lunes 20 de enero, día de Martin Luther King Jr., también será el día de la toma de posesión de Donald Trump. La ceremonia promete ser un evento cuidadosamente diseñado para destacar su estilo personal y su visión de liderazgo. Este momento contrasta marcadamente con el 2020, cuando tuvo que entregar la presidencia bajo circunstancias tensas y nunca visto en la Casa Blanca. Ahora, Trump regresa con todos los honores y con fuerza renovada, alegre, dispuesto a imponer su narrativa y ejecutar su agenda… ¿Cómo son las cosas de la vida?.
Como reza un refrán popular: “Perro que ladra no muerde”, aunque con Trump, dos más dos no siempre son cuatro. Su enfoque pragmático y agresivo, caracterizado por "amenazar primero, exigir después y negociar al final", seguirá marcando su estilo de gobernanza. Aunque muchas de sus promesas podrían parecer exageradas, su historial demuestra que es capaz de cumplir incluso las más inesperadas.
Donald Trump, a su manera, está construyendo un legado que podría superar al de muchos de sus predecesores. Su retorno al poder muestra que no tiene nada que perder y mucho que ganar. Su influencia no solo modela el futuro de los Estados Unidos, sino también el del mundo. Con un enfoque que combina audacia, persistencia y controversia, Trump reafirma su posición como uno de los líderes más polarizantes e impredecibles de la historia contemporánea.
“Mucha gente me ha dicho que Dios me salvó la vida por una razón, y esa razón era salvar a nuestro país y devolverle la grandeza a Estados Unidos. Y ahora lo vamos a hacer.” Donald J. Trump.
Dr. Amín Cruz CEO presidente, fundador del Congreso Hispanoamericano de Prensa y del Congreso Mundial de Prensa, Padre Embajador del Periodismo Hispanoamericano y Latinoamericano, diplomático, historiador, escritor, educador.