Un estudio revela que los primeros homínidos tenían una dieta predominantemente vegetal.
Un equipo internacional de científicos ha descubierto que los Australopithecus, homínidos que habitaron el sur de África hace entre 3,7 y 3,3 millones de años, mantenían una dieta mayoritariamente vegetariana. Este hallazgo se basa en el análisis de isótopos de nitrógeno presentes en el esmalte dental fosilizado de siete individuos de esta especie, encontrados en las cuevas de Sterkfontein, cerca de Johannesburgo, una región conocida como la "Cuna de la Humanidad" por su abundancia en fósiles de antiguos homínidos.
El estudio, publicado en la revista 'Science', y que recoge Europa Press, utilizó una técnica innovadora para medir las proporciones de isótopos de nitrógeno en el esmalte dental, un tejido que puede preservar información dietética durante millones de años. Los resultados mostraron que la proporción de nitrógeno-15 respecto al nitrógeno-14 en los dientes de Australopithecus era similar a la de los herbívoros contemporáneos, lo que indica una alimentación basada principalmente en plantas. Aunque no se puede descartar por completo un consumo ocasional de proteínas animales, como huevos o insectos, la evidencia sugiere que la carne no constituía una parte significativa de su dieta.
Este descubrimiento desafía la hipótesis previamente aceptada de que el consumo regular de carne fue un factor clave en la evolución humana temprana, especialmente en relación con el aumento del tamaño cerebral y el desarrollo de herramientas. La ausencia de carne en la dieta de los Australopithecus sugiere que estos avances evolutivos pudieron haber ocurrido en etapas posteriores, posiblemente con la aparición de otros homínidos que incorporaron la carne de manera más significativa en su alimentación.
La investigación también destaca la importancia de identificar cuándo y en qué especies de homínidos se introdujo el consumo sustancial de carne. Comprender estos cambios dietéticos es esencial para reconstruir la historia evolutiva humana y determinar cómo la alimentación influyó en el desarrollo de características distintivas de nuestra especie.
En resumen, este estudio proporciona una nueva perspectiva sobre la dieta de los primeros ancestros humanos, indicando que los Australopithecus eran principalmente vegetarianos. Este hallazgo invita a reconsiderar las teorías sobre la relación entre la dieta y la evolución humana, sugiriendo que la incorporación significativa de carne en la alimentación pudo haber ocurrido en etapas evolutivas posteriores.