Mariann Edgar Budde pide al presidente compasión hacia migrantes y la comunidad LGBTQ
Washington, D.C. – 20 de enero de 2025 – En un momento cargado de tensión política, Mariann Edgar Budde, obispa de la Catedral Nacional de Washington, ofreció un conmovedor sermón durante la ceremonia de investidura del presidente Donald Trump como 47º mandatario de Estados Unidos. Su mensaje, cargado de un llamado a la misericordia, se dirigió especialmente a los migrantes y a los miembros de la comunidad LGBTQ, dos grupos que, según ella, enfrentan un futuro incierto bajo la administración del nuevo presidente.
“Permítame hacer una última súplica, señor presidente: millones de personas han depositado su confianza en usted, y como usted mismo dijo, ha sentido la mano providencial de un Dios amoroso. En nombre de ese amor, le pido que tenga misericordia con los ciudadanos de nuestro país que temen por sus vidas”, afirmó Budde en una intervención profundamente emocional y cargada de un mensaje de unidad, apelando a la compasión y la humanidad del presidente.
La obispa, quien lidera la Diócesis Episcopal de Washington, dedicó su sermón a aquellos que no tienen voz en las discusiones políticas y sociales más amplias, en particular a las personas LGBTQ+ y los migrantes indocumentados.
Además, hizo un llamado a la empatía hacia los migrantes, enfatizando que “muchos de ellos no son criminales, sino que pagan impuestos y son buenos vecinos. Son miembros fieles de nuestras iglesias, mezquitas y sinagogas”, destacó Budde, refiriéndose a los inmigrantes que trabajan en las industrias más humildes, desde el cuidado del hogar hasta los turnos nocturnos en hospitales.
La respuesta del presidente Trump
En cuanto a la reacción del presidente Trump, este expresó que el sermón de la obispa “no fue muy emocionante”. Aunque reconoció que su intervención fue respetuosa, el mandatario aseguró que “no fue un buen servicio”. Sin embargo, Budde no mostró signos de desánimo.
En declaraciones posteriores a CNN, la obispa explicó que aunque la reacción del presidente fue educada, varios de los comentarios que recibió de otras partes no fueron tan amables. “Quiero dejar claro que podemos sostener conversaciones respetuosas”, dijo.
Un mensaje de unidad en tiempos de división
En su discurso, la obispa no solo instó a Trump a ser más misericordioso, sino que también presentó una visión para el país. “Quería presentar una visión de cómo puede ser la unidad en este país, una unidad que trascienda las diferencias y los puntos de vista, y que reconozca nuestra humanidad común”, dijo Budde. Para ella, se trata de ver más allá de las etiquetas políticas y de poner en primer lugar los valores humanos universales, como la compasión y el respeto por el prójimo.
Budde, conocida por su activismo en favor de los derechos civiles, la equidad racial y la inclusión de las personas LGBTQ+, ha sido una firme defensora de la justicia social y la reforma migratoria. A través de su liderazgo espiritual, ha mostrado su compromiso con la justicia y ha sido un referente moral para muchas personas dentro y fuera de la iglesia episcopal. En su sermón, subrayó que su intervención no era solo una reflexión política, sino una súplica personal en favor de aquellos que sufren y temen por su futuro.
Las primeras medidas de Trump
El mensaje de Budde cobra especial relevancia en un contexto donde las primeras decisiones políticas de Trump han afectado directamente a las comunidades migrantes y LGBTQ+.
Apenas un día después de asumir el cargo, el presidente firmó una serie de órdenes ejecutivas que incluyen la intensificación de las redadas migratorias y la eliminación de las protecciones federales para las personas LGBTQ+ en diversas áreas, incluyendo la enseñanza y el empleo federal.
Entre las medidas más controvertidas, Trump aprobó la suspensión de la concesión de la ciudadanía por derecho de nacimiento, un endurecimiento de las políticas de asilo y una declaración de emergencia en la frontera sur con México.
Estas políticas, que muchos consideran como un retroceso en los derechos humanos, contrastan con el mensaje de Budde, quien pide al presidente un enfoque más compasivo y menos divisivo. “Hay espacio para una compasión más amplia”, concluyó la obispa, en un llamado a la reflexión que se proyecta como un desafío a la retórica dura del nuevo gobierno.
A medida que la administración Trump comienza su mandato, las palabras de Budde resuenan como un recordatorio de la necesidad de empatía, justicia y unidad en un país profundamente dividido. En un clima político tenso, su intervención se mantiene como un acto de valentía y esperanza en medio de la incertidumbre.
Sobre Mariann Edgar Budde
Mariann Edgar Budde es la obispa de la Diócesis Episcopal de Washington y una ferviente defensora de la justicia social. Su trabajo ha abarcado desde la reforma migratoria hasta la plena inclusión de las personas LGBTQ+, pasando por la lucha contra la violencia armada y la equidad racial. A lo largo de su carrera, ha sido una figura clave en la defensa de los derechos humanos y en la promoción de un diálogo respetuoso en un contexto social cada vez más polarizado.