El presidente prioriza energía y fiscalidad para "américa primero"
Washington D.C. – En un controvertido inicio de mandato, Donald Trump firmó órdenes ejecutivas que marcan un cambio radical en la política exterior y energética de Estados Unidos. El país abandona nuevamente el Acuerdo de París, declara una "emergencia energética nacional" e invalida el compromiso con el Acuerdo Fiscal Global de la OCDE, que establece un impuesto corporativo mínimo global del 15%.
Estas medidas, alineadas con su lema "América primero", buscan priorizar la soberanía económica y energética estadounidense, aunque a costa de tensiones internacionales y posibles desafíos legales.
EEUU abandona el acuerdo climático por segunda vez
Trump justificó la salida del Acuerdo de París argumentando que Estados Unidos no debe destinar recursos de sus contribuyentes a acuerdos internacionales que, según él, benefician a otros países sin necesidad.
En su orden, instruyó al embajador estadounidense ante la ONU a notificar de inmediato al secretario general la retirada formal.
La medida también implica la revocación inmediata del Plan Internacional de Financiamiento Climático y la cesación de cualquier compromiso económico asociado con el acuerdo.
Según el presidente, estas decisiones son esenciales para proteger los intereses energéticos y financieros de la nación.
Emergencia energética nacional: impulso al petróleo y el carbón
Trump declaró una "emergencia energética nacional" como parte de sus esfuerzos por revitalizar la producción de combustibles fósiles. Prometió "taladrar, nena, taladrar" para explotar recursos nacionales como petróleo, gas natural, carbón y uranio.
Entre las medidas destacan:
- Acelerar los permisos para infraestructura energética.
- Reducir las restricciones ambientales, incluyendo las de la Ley de Especies en Peligro de Extinción.
- Convocar trimestralmente al Comité de la ESA para eliminar obstáculos regulatorios.
Estas acciones buscan enfrentar los altos precios de la energía, que Trump atribuyó a las políticas de la administración Biden.
Rechazo al acuerdo fiscal global de la OCDE
Trump también anuló la participación de Estados Unidos en el Acuerdo Fiscal Global de la OCDE, que establece un impuesto corporativo mínimo del 15% a nivel global para aquellas empresas con una cifra de negocio superior a los 750 millones de euros.
Según el presidente, este acuerdo "limita la capacidad de la nación para diseñar políticas fiscales propias" y abre la puerta a represalias contra empresas estadounidenses.
Trump ordenó al secretario del Tesoro investigar posibles incumplimientos fiscales de otros países que afecten desproporcionadamente a empresas estadounidenses y desarrollar medidas de protección para contrarrestar estas prácticas.
Si bien jurisdicciones como la Unión Europea y Reino Unido han adoptado este compromiso para fijar un impuesto corporativo mínimo del 15%, en Estados Unidos el Congreso no ha ratificado la medida.
Decisiones que prometen tensiones internacionales y desafíos internos
Estas medidas consolidan la posición de Trump como defensor de una política aislacionista y proteccionista.
Sin embargo, su impacto en el ámbito internacional y su recepción en el Congreso podrían generar tensiones y divisiones, tanto dentro como fuera de Estados Unidos.