Críticas por legislación que beneficia a sus suegros y propuesta de estatua a Donald J. Trump
A solo veinte días de asumir como gobernadora de Puerto Rico, Jenniffer González se ha convertido en el centro de múltiples controversias. Su respaldo a una legislación que beneficia directamente a sus suegros y su propuesta de construir una estatua en honor al expresidente Donald J. Trump han generado una ola de críticas desde diversos sectores políticos y sociales.
El primer paso de la gobernadora fue emitir una orden administrativa a través del secretario de Recursos Naturales y Ambientales, Waldemar Quiles Pérez, para legalizar una vivienda de sus suegros en una zona marítimo terrestre en La Parguera, Lajas.
La medida permitiría que sus parientes políticos se beneficien económicamente de una residencia en un área restringida por su ubicación y características legales.
Este hecho ha sido señalado como un claro conflicto ético y ha avivado los cuestionamientos sobre el uso del poder para intereses personales.
La estatua de Trump y sus implicaciones políticas locales
Durante una entrevista en Washington con el medio Político, González anunció su intención de proponer una estatua del expresidente Donald Trump en el Paseo de los Presidentes en San Juan, afirmando que "se lo merece".
Esta propuesta ha sido recibida con escepticismo y rechazo por parte de amplios sectores que consideran la medida innecesaria y divisiva.
En paralelo, la gobernadora emitió una orden ejecutiva que obliga a los miembros de su gabinete a realizar gestiones en Washington en favor de la anexión de Puerto Rico como estado de Estados Unidos, lo que ha intensificado las críticas de los sectores opositores.
Reacción de partidos opositores y división en el PNP
Los partidos de oposición, como el Independentista Puertorriqueño (PIP) y el Popular Democrático (PPD), han criticado severamente las acciones iniciales de la mandataria.
Incluso dentro del anexionista Partido Nuevo Progresista (PNP), figuras como el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, han mostrado su descontento, aunque con cierta cautela.
Analistas políticos, como la jurista Mayra López Mulero, han calificado la conducta de González como "llena de soberbia", advirtiéndole que su falta de empatía podría llevarla a enfrentarse a una situación similar a la de Ricardo Rosselló, quien fue forzado a renunciar tras protestas masivas.
Las decisiones iniciales de Jenniffer González han dejado en claro que su gestión estará marcada por un enfoque polémico y polarizador, lo que genera incertidumbre sobre su futuro político. Con datos de Prensa Latina