Estrategia efectiva de Panamá o efecto disuasorio del triunfo de Trump para ese resultado en solo 23 días
En los primeros 23 días de enero, Panamá reportó una disminución récord del 93 % en el tránsito de migrantes irregulares por la selva del Darién, en comparación con el mismo periodo de 2024. Según datos del Ministerio de Seguridad y el Servicio Nacional de Migración (SNM), solo mil 170 personas cruzaron este peligroso corredor, frente a los 23 mil que lo hicieron en el mismo lapso del año pasado.
El Gobierno del presidente José Raúl Mulino atribuye este descenso significativo a la operación «Flujo controlado». Entre las acciones destacadas se encuentran el cierre de rutas clandestinas, la habilitación de un único corredor humanitario en Lajas Blancas y el aumento del patrullaje marítimo.
Estas estrategias han demostrado ser efectivas para enfrentar el tránsito irregular y garantizar un mayor control en la frontera con Colombia.
En diciembre, el Ejecutivo ya había señalado una reducción del 41 % en el flujo migratorio durante el segundo semestre de 2024, en comparación con el mismo periodo de 2023, lo que consolida los avances logrados por el país, recuerda Prensa Latina.
Acuerdos internacionales
El memorando de entendimiento firmado entre Panamá y Estados Unidos el 1 de julio ha sido otro pilar en el manejo de la migración. Este acuerdo contempla que Washington cubra los costos de repatriación de indocumentados y establece convenios adicionales para garantizar un manejo más eficiente.
Hasta la fecha, se han realizado cerca de 40 vuelos chárter que han deportado a más de mil 500 migrantes, muchos de ellos vinculados a delitos graves que comprometen la seguridad nacional.
Estadísticas y retos en el tránsito por la selva del Darién
En 2024, un total de 302 mil migrantes cruzaron el Darién, una cifra mucho menor al récord de 520 mil registrado en 2023, de los cuales un 20 % eran menores de edad.
Entre los grupos más numerosos se encuentran venezolanos, seguidos de colombianos, ecuatorianos, chinos y haitianos.
Para los venezolanos, quienes enfrentan la falta de vuelos directos entre Panamá y su país, la selva del Darién se ha convertido en una ruta casi obligatoria.
Aunque el tránsito se ha reducido, las autoridades reconocen que el Darién sigue siendo un corredor complejo que requiere cooperación internacional para abordar los desafíos humanitarios y de seguridad.
¿Y que del impacto del triunfo de Donald Trump?
Es posible que la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos haya tenido un impacto significativo en la reducción del flujo migratorio por la selva del Darién, complementando las políticas implementadas por el Gobierno de Panamá.
Trump, conocido por su retórica firme contra la inmigración irregular y por endurecer las políticas fronterizas durante su mandato anterior, podría haber generado un efecto disuasorio entre los migrantes al anticipar un escenario más restrictivo en Estados Unidos.
Sin embargo, es importante analizar el contexto en su totalidad:
- Efecto Trump como disuasión psicológica
La percepción de un mayor rigor en las políticas migratorias de Estados Unidos bajo un segundo mandato de Trump puede haber influido en las decisiones de quienes planeaban emprender la travesía. El temor a deportaciones rápidas, restricciones en los procesos de asilo y posibles medidas más severas en la frontera norteamericana pudo haber llevado a muchos migrantes a reconsiderar su viaje. - Impacto de las políticas panameñas
Por otro lado, no se puede restar mérito a las estrategias implementadas por el Gobierno de Panamá, como la operación «Flujo controlado», que incluye el cierre de trochas ilegales, la creación de un corredor humanitario y el patrullaje intensivo. Estas medidas han dificultado el tránsito por el Darién, lo que también ha contribuido a la reducción. - Evolución de las rutas migratorias
Cabe considerar que los migrantes suelen adaptarse a las circunstancias, buscando nuevas rutas cuando una se vuelve más difícil. Es probable que parte de la disminución también se deba a que los migrantes han comenzado a usar alternativas menos monitoreadas o accesibles.