Dominicanos e inmigrantes viven en alerta por redadas masivas de ICE
La aplicación de las medidas migratorias del expresidente Donald J. Trump ha extendido sus tentáculos hasta Puerto Rico, afectando directamente a comunidades de inmigrantes, especialmente dominicanos, que llevan años radicados en la isla.
Los operativos realizados por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) han desatado pánico y tensión en las barriadas más vulnerables.
Operativos en barriadas dominicanas generan temor y desconfianza
Los operativos federales se han concentrado en zonas como Barrio Obrero en Santurce y Buen Consejo en Río Piedras, lugares donde residen numerosas familias dominicanas en situación irregular.
Estas redadas han dejado a muchos trabajadores en la incertidumbre y al borde del colapso emocional. “No quieren ir a trabajar, no quieren ir a cuidar ancianos ni limpiar casas”, declaró José Rodríguez, presidente del Comité Dominicano de Derechos Humanos.
Este panorama también afecta a la comunidad haitiana, igualmente vulnerable ante las deportaciones.
Críticas hacia las autoridades y comparaciones con el régimen nazi
Diversos sectores han levantado su voz en contra de estas acciones, calificándolas de injustas y opresivas.
Algunos activistas han llegado a comparar los decretos de Trump con el régimen nazi de Adolf Hitler, debido a la magnitud de las redadas.
A pesar de estas críticas, la gobernadora Jenniffer González, reconocida seguidora del expresidente, ha evitado intervenir, priorizando proyectos como la instalación de una estatua de Trump en el Paseo de los Presidentes en San Juan.
Dominicanos: mano de obra indispensable en Puerto Rico
Mientras los operativos avanzan, la economía de Puerto Rico también se ve amenazada, ya que los dominicanos constituyen un sector clave en trabajos de construcción, cuidado de ancianos y limpieza.
“Estos inmigrantes realizan labores que no interesan a los puertorriqueños debido a los bajos salarios”, resaltó Rodríguez.
Por su parte, el alcalde de San Juan, Miguel Romero Lugo, rechazó las redadas federales, destacando su impacto negativo en la estabilidad de miles de familias trabajadoras.
La tensión se mantiene alta en Puerto Rico, donde estas medidas migratorias han encendido el debate sobre derechos humanos, justicia social y el papel de las autoridades locales frente a las políticas del pasado gobierno estadounidense. Con datos de Prensa Latina