Caso de corrupción incluye sobornos en efectivo, oro y tráfico de influencias
Nueva York, 29 de enero de 2025 — En un veredicto que sacude la política estadounidense, el exsenador demócrata Bob Menendez fue sentenciado este miércoles a 11 años de prisión por aceptar sobornos millonarios, incluyendo lingotes de oro, un Mercedes-Benz de lujo y fajos de efectivo ocultos en chaquetas. El juez Sidney Stein, del distrito de Nueva York, calificó el caso como un “fracaso moral” y un ataque a la confianza pública. “La codicia lo corrompió”, declaró Stein, según CNN.
Oro, dólares y un Mercedes: Los sobornos que derribaron a un pilar demócrata
La investigación reveló que Menendez, de 70 años y exjefe de la Comisión de Exteriores del Senado, utilizó su influencia para beneficiar a los gobiernos de Egipto y Qatar, así como a empresarios cercanos. En 2022, agentes federales allanaron su residencia en Nueva Jersey y hallaron casi medio millón de dólares en efectivo —escondidos en cajas de zapatos, maletas e incluso abrigos— junto a dos barras de oro valoradas en decenas de miles.
Según la fiscalía, los sobornos incluían un vehículo de 60.000 dólares y presiones ilegales para frenar una investigación contra dos socios comerciales en Nueva Jersey. Su esposa, Nadine Menendez —cuya sentencia se emitirá en marzo— y el empresario Wael Hana, condenado a 8 años, organizaron reuniones con funcionarios egipcios para facilitar ventas de armas, aprovechando el cargo clave del senador.
“Cada Día Despierto es un Castigo”: La Defensa de Menendez
Antes de la sentencia, Menendez, con voz quebrada, alegó que su carrera de 40 años en la política —desde alcalde de Union City hasta el Senado federal— había sido un “servicio público”. “Para un hombre que dedicó su vida al pueblo, estar aquí es una condena en sí”, afirmó. Sin embargo, el juez rechazó sus argumentos: “No hay excusa para traicionar el cargo”.
El caso también condenó al promotor Fred Daibes a 7 años de prisión por su rol en la trama, que incluyó financiamiento ilegal a campañas políticas.
De Héroe Local a Paria: La Caída de un Ícono
Menendez, hijo de cubanos exiliados, fue durante décadas una figura clave en Nueva Jersey. Nombrado senador en 2006, lideró causas progresistas como la reforma migratoria. Pero su alianza con el empresario Hana —dueño de una empresa de carne halal que obtuvo contratos sospechosos con Egipto— lo enredó en una red de corrupción transnacional.
El escándalo resalta grietas en el sistema: pese a las condenas, Menendez se declaró inicialmente “inocente” y mantuvo su escaño hasta 2023, cuando renunció tras presión de su propio partido.
¿Un Golpe a la Corrupción o un Caso Aislado?
Mientras grupos anticorrupción celebran la sentencia como un “triunfo histórico”, analistas advierten que el caso Menendez refleja un problema sistémico. “Esto no termina aquí. La rendición de cuentas debe extenderse”, señaló Laura Hernández, directora de Transparencia USA.
Con su condena, Menendez se une a una lista de políticos caídos por sobornos, pero su legado —y el impacto en las relaciones EE UU-Egipto— seguirá bajo escrutinio. Mientras, las chaquetas llenas de dólares y el oro escondido quedan como símbolos de una ambición desbocada.
Bob Menendez enfrentará arresto domiciliario hasta su ingreso a prisión. El caso ha reabierto el debate sobre ética en el Congreso de EE UU.