La técnica usada por la empresa China habría sido destilación para transferir aprendizajes de los modelos de OpenAI a los suyos propios
OpenAI ha encendido una alerta sobre DeepSeek, acusándola de utilizar su tecnología de inteligencia artificial (IA) para entrenar su modelo de código abierto sin el debido consentimiento.
Según investigaciones recientes, la empresa habría aplicado una técnica conocida como destilación para transferir aprendizajes de los modelos de OpenAI a los suyos propios.
Esta práctica, aunque común en el sector de la IA, podría acarrear implicaciones legales si se lleva a cabo fuera de los términos establecidos por los desarrolladores originales.
El proceso de destilación y su impacto en la propiedad intelectual
La destilación es una técnica de machine learning utilizada para optimizar modelos de IA. En términos sencillos, consiste en entrenar un modelo más pequeño (alumno) utilizando el conocimiento y las predicciones de un modelo mayor y más complejo (profesor).
Esta práctica es comúnmente empleada para mejorar la eficiencia de los modelos sin perder precisión, pero en este caso, se plantea como una posible infracción de propiedad intelectual, ya que OpenAI no autoriza el uso de sus resultados para desarrollar modelos competitivos.
¿Una violación de los términos de OpenAI?
La controversia surge de la interpretación de los términos de uso de OpenAI, los cuales establecen claramente que no se permite utilizar sus resultados para entrenar modelos que compitan directamente con los suyos.
Si bien la destilación no es un proceso ilegal en sí mismo, el uso de los datos de OpenAI sin permiso para crear modelos que compitan con los suyos se considera una infracción de los acuerdos contractuales.
Esta situación podría abrir la puerta a disputas legales sobre el uso y la propiedad de los modelos de IA.
La competencia global en IA y las amenazas de China
En un comunicado oficial, OpenAI también señaló que las empresas chinas están constantemente intentando obtener acceso a las tecnologías de IA más avanzadas de las compañías estadounidenses.
Con la colaboración de Microsoft, la empresa de Sam Altman ha estado trabajando para proteger sus modelos y evitar que sean utilizados de manera ilegal en el desarrollo de modelos competidores.
Esta situación subraya la creciente preocupación por la seguridad de las tecnologías de vanguardia en un contexto de intensa competencia global.
Este enfrentamiento subraya la necesidad de establecer normas más claras en torno a la propiedad y el uso de modelos de IA, especialmente cuando se trata de técnicas como la destilación, que pueden poner en riesgo la integridad de las tecnologías propietarias. Con datos de Europa Press