Gobierno cubano califica de "atropello" la decisión de Washington y alerta sobre aumento de la emigración.
LA HABANA, Cuba.- El gobierno de Cuba ha expresado su firme rechazo a la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de volver a una "política dura" entre ambos países, calificándola como un "atropello" contra el pueblo cubano. El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, aseguró que esta medida provocará "mayores carencias" y un aumento de la emigración, profundizando la crisis que ya enfrenta la isla.
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En una publicación en su cuenta de la red social X, Rodríguez condenó las declaraciones del Secretario de Estado de EE.UU., afirmando que se basan en "pretextos engañosos" para justificar lo que consideró una decisión "injustificable". El canciller cubano insistió en que estas acciones no cuentan con apoyo internacional y representan un nuevo acto de agresión contra su país.
Endurecimiento de medidas y sus consecuencias
Rodríguez argumentó que el endurecimiento de las medidas contra Cuba, incluyendo su reinserción en la lista de países patrocinadores del terrorismo, tendrá un impacto devastador en la población.
El gobierno cubano acusó a Washington de instrumentalizar el tema de Cuba para promover "escenarios de confrontación" con fines políticos, en lugar de buscar soluciones constructivas. Rodríguez insistió en que estas acciones no solo afectan a Cuba, sino que también perjudican las relaciones bilaterales y regionales.
Contexto político y reacciones
La decisión de EE.UU. de volver a una política más dura con Cuba se produce después de que el presidente Joe Biden retirara a la isla de la lista de países patrocinadores del terrorismo a mediados de enero. Sin embargo, el actual gobierno estadounidense, liderado por Donald Trump, revocó estos cambios y reinstauró las medidas restrictivas, argumentando que Cuba no ha mostrado avances significativos en materia de derechos humanos y democracia.
Esta medida ha generado un fuerte rechazo no solo en Cuba, sino también entre sectores de la comunidad internacional y organizaciones defensoras de los derechos humanos, que consideran que el bloqueo agrava la situación humanitaria en la isla.
Un futuro incierto
Mientras las tensiones entre ambos países se intensifican, el pueblo cubano enfrenta un panorama cada vez más desafiante. La economía de la isla, ya debilitada por años de sanciones y la pandemia de COVID-19, podría verse aún más afectada por estas nuevas medidas.
El gobierno cubano ha llamado a la solidaridad internacional para enfrentar lo que considera una política injusta y desproporcionada. Mientras tanto, la población cubana sigue lidiando con escasez de alimentos, medicinas y otros recursos básicos, lo que ha llevado a un aumento significativo de la emigración en los últimos años.
Este nuevo capítulo en las relaciones entre Cuba y EE.UU. no solo marca un retroceso en los esfuerzos de acercamiento, sino que también plantea serias dudas sobre el futuro de la isla y su capacidad para superar las crisis que la aquejan.
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