El mandatario estudia enviar violentos reclusos estadounidenses a cárceles extranjeras
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha revelado que su administración está analizando la posibilidad de deportar a ciudadanos estadounidenses con antecedentes de crímenes violentos.
Según sus declaraciones, diversos países han mostrado interés en recibir a estos reclusos en sus sistemas penitenciarios, siguiendo el ejemplo de El Salvador, que recientemente hizo un ofrecimiento similar.
"Si tuviéramos el derecho legal de hacerlo, lo haría sin pensarlo", afirmó Trump desde el Despacho Oval, asegurando que su gobierno está evaluando los aspectos legales de esta medida.
Además, el mandatario destacó que podría llegar a acuerdos internacionales que le permitan sacar del país a quienes considera "animales", recoge Europa Press.
Acuerdos con países dispuestos a recibir criminales estadounidenses en sus prisiones
Trump mencionó que varios gobiernos han mostrado interés en acoger a criminales de nacionalidad estadounidense dentro de sus cárceles, una medida que, según él, resultaría "mucho más económica" que mantenerlos en prisiones nacionales. "Enviarlos fuera del país sería un gran elemento disuasorio", sostuvo el republicano.
El mandatario también comparó a estos criminales con migrantes indocumentados, asegurando que hay ciudadanos estadounidenses "igual de peligrosos".
Expresó su deseo de expulsar a reincidentes y a quienes hayan cometido crímenes atroces, como ataques violentos sin razón aparente. "Estas personas nunca van a ser buenas", sentenció.
El Salvador ofrece su sistema carcelario a cambio de beneficios económicos
La propuesta de El Salvador se da en el marco de la visita oficial del jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, quien ha confirmado que el país centroamericano aceptará a criminales migrantes ilegales de cualquier origen.
Entre los grupos mencionados, se incluyen miembros de la pandilla venezolana Tren de Aragua y salvadoreños pertenecientes a la MS-13 (Mara Salvatrucha) que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos.
A cambio, El Salvador recibiría una "tarifa relativamente baja" por el mantenimiento de estos reclusos en sus prisiones.
El impacto de la propuesta y sus posibles repercusiones internacionales
Esta polémica iniciativa podría generar reacciones en la comunidad internacional, especialmente en términos de derechos humanos y diplomacia.
Mientras Trump defiende la idea como una solución pragmática y rentable, sus críticos alertan sobre los riesgos de delegar la gestión de criminales estadounidenses a países extranjeros.
La propuesta se encuentra en una fase de estudio y podría enfrentar desafíos legales significativos.
Sin embargo, la disposición de otros gobiernos a colaborar con Estados Unidos podría marcar un precedente en la política penal y migratoria del país.