“En muchos hospitales existe ingobernabilidad, porque una cantidad de médicos no cumple sin consecuencias. Son tantos que solo asisten 2 veces por semana”.
No es posible asegurar una protección universal incluyendo a las familias más pobres y vulnerables, dependiendo fundamentalmente de una oferta privada basada en un lucro con frecuencia desmedido
La semana pasada el Dr. Nelson Rodríguez Monegro (NRM), ex director general del Servicio Nacional de Salud (SNS) en nuestro chat SS PARA TODOS, compartió valientemente experiencias de gran utilidad y enseñanza.
NRM: “En muchos hospitales existe ingobernabilidad, porque una cantidad de médicos no cumple sin consecuencias. Son tantos que solo asisten 2 veces por semana”.
FSSPT: Esta ingobernabilidad es un resultado directo de la modalidad de contratación y del clientelismo. Se nombran más médicos no porque se necesiten, sino para complacer a un gremio insaciable, sin importar que se incurra en una malversación de fondos públicos. Dado que en la gran mayoría se viola la ley 60-97 sobre concursos por oposición, muchos médicos nombrados no trabajan ni tienen que rendir cuentas, por lo que su única lealtad es con el sindicado (CMD) y con el político que los nombró. Muchos de esos médicos son intocables, con más apoyo y poder que los directores de hospitales.
NRM: “Ante la dificultad de ejecutar los cambios estructurales, siempre hay cosas que se pueden hacer. Como director del Hospital Provincial Dr. Toribio Bencosme de Moca analicé el abarrotamiento de las emergencias, ya que a las 11am los médicos se habían ido, logré que los médicos cumplieran su horario, habilité unos consultorios contiguos a la emergencia en horarios de 11am a 2pm y de 5pm a 8pm, en acuerdo con los médicos a los que les convenían esas horas”.
“Detecté que muchas embarazadas de zonas con Clínicas Rurales (UNAP) iban al hospital a hacerse los análisis pagando transporte. Solución: a todas las UNAPS le facilité los tubos para las muestras, contraté moto conchos con neveritas que las recogían y las llevaban al hospital, y al otro día, temprano regresaban con los resultados”.
“Lo que pasa es que hay que tener interés, compromiso y pasión. El hospital hacía 500 cirugías al año y pasó a 2,500 con los mismos recursos, velando por contar con todos los insumos necesarios para dar atención de calidad. Establecí controles para evitar las “distracciones” de medicamentos y equipos. La asignación de los recursos a los hospitales es insuficiente, pero me atrevería a decir, que con los ingresos de hoy, pueden hacerse dos o tres veces más. Pero, llegaba al hospital antes de las 7am y salía a las 5pm”.
FSSPT: Dr. Rodríguez Monegro eso es lo que se llama vocación y responsabilidad de un servidor público. El 62% de los directores de centros públicos dirigen clínicas privadas en un abierto conflicto de intereses. Usted multiplicó por 5 la cantidad de servicios prestados sin un aumento proporcional del presupuesto por esa hazaña y tampoco recibió recursos adicionales para mejorar los ingresos de esos médicos dedicados y ejemplares.
El gran problema de la salud pública es que asigna presupuestos y salarios fijos, como si se tratara de simples oficinas públicas que prestan servicios uniformes y enlatados. En cambio, los hospitales son empresas públicas que PRODUCEN un servicio esencial y personalizado. Ante esas rigideces y faltas de estímulos pronto termina descendiendo la calidad del servicio y crece la frustración de un personal esforzado y meritorio que sí trabaja y gana lo mismo que quienes incumplen apoyados por el gremio y las autoridades.
NRM: “La gestión en un hospital es bastante compleja, es un verdadero desafío a la capacidad gerencial y administrativa. Si pudiéramos desarrollar las Redes Integradas de Servicios de Salud (RISS) tendríamos un nuevo sistema más integral, menos fraccionado y con el expediente clínico único”.
FSSPT: Claro que sí. Por eso demandamos una autonomía hospitalaria basada en el control local de todos los recursos humanos, insumos y medicamentos. No es posible asegurar una protección universal incluyendo a las familias más pobres y vulnerables, dependiendo fundamentalmente de una oferta privada basada en un lucro con frecuencia desmedido.
Los testimonios del Dr. Nelson Rodríguez Monegro y del Dr. José Joaquín Puello, y de muchos médicos destacados y meritorios, confirman la necesidad de un cambio en la asignación de los recursos y en la contratación del personal para elevar la calidad púbica, reducir la privatización y el gasto familiar de bolsillo, mandatos establecidos en la Ley 87-01, e ignorados olímpicamente durante un cuarto de siglo.