El actor alerta sobre "lugares oscuros" y proclama a España como su nuevo hogar
GRANADA, 9 de febrero de 2025— Bajo los focos del auditorio granadino, Richard Gere, con su carisma intacto tras cinco décadas de carrera, alzó este sábado el Goya Internacional. Pero más allá del brillo del trofeo, el actor transformó el escenario en un púlpito de reflexión: “España es mi nuevo hogar”, declaró, mientras alertaba sobre los “lugares oscuros” que acechan al mundo.
Un discurso entre sombras y esperanza
Con Antonio Banderas como maestro de ceremonias —y autoproclamado “mejor amigo”—, Gere no eludió la política. “Vengo de un lugar oscuro en América, donde un matón es presidente”, dijo, en una velada crítica a Donald Trump. Pero su mensaje trascendió fronteras: “Esto no solo pasa en Estados Unidos. Hay tribalismo estúpido en todas partes”.
El actor de *Pretty Woman* urgió a romper la división: “Somos hermanos en este planeta. Debemos levantarnos, decir la verdad y practicar la amabilidad básica”. Citó a ONGs como Open Arms, enfatizando la urgencia de ayudar a quienes “buscan un plato de comida”.
España, un nuevo hogar (y una broma marital)
Entre seriedad y sonrisas, Gere reveló su vínculo con España: “La razón real de este premio es que mi mujer es española”. El público rio, pero el actor insistió: “Quiero ser parte de un movimiento donde importen los demás”. Su conexión con el país no es nueva: desde 2018, reside entre Nueva York y la isla de Mallorca.
Banderas y un legado cinematográfico
Antes de la entrega del premio, Antonio Banderas repasó la trayectoria de Gere: “50 años de películas que son patrimonio del cine”. *Oficial y Caballero*, *Chicago* y *Las dos caras de la verdad* resonaron como ejemplos de un legado que, según Gere, aún no termina: “Estos premios son premios de cumpleaños… ¡y tengo mucho por hacer!”.
Actores: “locos” necesarios
En un guiño a su profesión, el actor definió a los intérpretes como “completamente locos” y “niños eternos” que encuentran alegría en historias de dos horas. “Somos un foco de luz”, afirmó, sin olvidar al equipo tras las cámaras: “Cientos de personas hacen posible cada película”.
Vigilantes, siempre
Gere cerró con una llamada a la acción: “Mantengámonos alerta, seamos valientes”. Su discurso, ovacionado por el público, mezcló advertencia y esperanza, como un guión de sus mejores papeles. España, ahora su hogar, fue testigo de un Gere activista y artista, tan elocuente en la alfombra roja como en la lucha por un mundo menos oscuro.