Un estudio revela patrones predecibles en el comportamiento de grandes aglomeraciones
Un equipo internacional de investigadores ha logrado modelizar el movimiento colectivo de grandes multitudes, descubriendo que este fenómeno puede volverse predecible a partir de cierta densidad de personas en un área determinada.
El estudio, publicado en la prestigiosa revista Nature y recoge la agencia SINC fue liderado por Denis Bartolo del CNRS francés y analizó el comportamiento de aproximadamente 5,000 personas en eventos masivos como las fiestas de San Fermín en Pamplona.
Los resultados indican que la densidad de la multitud varía desde dos personas por metro cuadrado una hora antes del inicio del evento, hasta seis personas por metro cuadrado durante el desarrollo del mismo.
En momentos críticos, esta densidad puede alcanzar un máximo de nueve personas por metro cuadrado, lo que desencadena un comportamiento colectivo sorprendente.
Cuando la multitud alcanza su máxima densidad, se comporta como un fluido
Lo más llamativo del estudio fue observar que, al llegar a este umbral de densidad máxima, se formaron grupos de varios cientos de personas que comenzaron a comportarse de manera espontánea como un fluido.
Estos grupos oscilaban de forma predecible en intervalos de 18 segundos, sin necesidad de estímulos externos. Este fenómeno, comparado con el flujo de un líquido, sugiere que el movimiento de las multitudes sigue patrones físicos específicos bajo condiciones extremas.
Para validar sus hallazgos, los investigadores compararon imágenes del festival de San Fermín con las del Love Parade de Duisburg en 2010, donde una tragedia dejó 21 muertos y cientos de heridos.
En ambos casos, cuando la multitud alcanzó una densidad similar, se observaron las mismas oscilaciones, lo que refuerza la idea de que estos patrones son universales en contextos de alta concentración humana.
Estos descubrimientos podrían ser fundamentales para anticipar comportamientos peligrosos en espacios confinados y prevenir tragedias futuras.
Los resultados proporcionan una base científica para desarrollar estrategias de seguridad más efectivas en eventos masivos, ayudando a gestionar mejor el flujo de personas y evitar situaciones críticas.
Este estudio no solo revela cómo las multitudes se mueven de manera predecible bajo ciertas condiciones, sino que también ofrece herramientas valiosas para mejorar la seguridad en eventos de gran escala.