Eliminan restricciones comerciales y rechazan regulaciones en inteligencia artificial
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el vicepresidente J. D. Vance han lanzado una estrategia para eliminar barreras que, según ellos, afectan la competitividad de las compañías estadounidenses.
Por un lado, Trump ha firmado un decreto que deroga la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA), la cual desde 1977 impedía que empresas sobornaran a funcionarios extranjeros para obtener contratos.
“Es un obstáculo para los negocios”, aseguró el mandatario, argumentando que la prohibición de estas prácticas coloca en desventaja a las compañías norteamericanas.
“Es un desastre. Nadie quiere hacer negocios con los estadounidenses”, afirmó Trump desde el Despacho Oval, justificando que muchas transacciones no se concretaban por temor a represalias legales.
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La derogación también incluye una orden para que la nueva fiscal general, Pam Bondi, paralice todas las investigaciones en curso y diseñe una nueva hoja de ruta para las empresas estadounidenses.
En 2024, el Departamento de Justicia había iniciado 24 casos por presuntas violaciones de la FCPA, según NBC News.
Busca proteger sus corporaciones de regulaciones en tecnología
Mientras tanto, J. D. Vance, en la Cumbre para la Acción sobre Inteligencia Artificial (IA) en París, advirtió que Estados Unidos no tolerará regulaciones que frenen a sus gigantes tecnológicos.
En su discurso, Vance dejó claro que Washington rechaza cualquier intento de control sobre empresas como OpenAI, Google y Microsoft.
“Estamos aquí para hablar de oportunidades, no de seguridad en IA”, dijo en su discurso, rechazando cualquier intento de control sobre empresas como OpenAI y Meta.
El evento, liderado por el presidente Emmanuel Macron, buscaba establecer lineamientos sobre seguridad, derechos humanos y propiedad intelectual en IA.
Sin embargo, la fuerte influencia de las corporaciones estadounidenses generó controversia en Europa, donde algunos sectores temen que la cumbre solo refuerce el dominio tecnológico de EE.UU.
Sin embargo, la fuerte presencia de Google, Microsoft y OpenAI generó críticas en Francia, donde algunos sectores ven la cumbre como un espacio diseñado para consolidar el dominio tecnológico estadounidense.
En respuesta, se llevó a cabo una contra-cumbre en París, donde expertos alertaron sobre los riesgos de que la IA se desarrolle sin considerar aspectos humanos, sociales y culturales.