Conexiones que trascienden fronteras y transforman comunidades locales y extranjeras
La migración ya no significa cortar lazos con el lugar de origen. En la era de la globalización, las comunidades transnacionales han permitido que los migrantes dominen un espacio social extendido, compartiendo costumbres, recursos y oportunidades tanto en su país natal como en su nuevo hogar.
Para la República Dominicana, este fenómeno ha generado un flujo constante de bienes, ideas y cultura que ha redefinido la identidad de muchas localidades.
El rol de Estados Uunidos en la migración dominicana y su impacto
Estados Unidos es el principal destino de la migración dominicana. Según datos de la ONU (2020), un 74.7 % de los dominicanos en el extranjero reside en territorio estadounidense. Esto ha convertido a ciudades como Nueva York, Miami y Boston en núcleos de comunidades dominicanas, donde se replican tradiciones, redes de apoyo y hasta modelos económicos que afectan a las localidades de origen.
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Uno de los estudios más relevantes sobre este fenómeno es el realizado por Levitt (2001) en la comunidad de Miraflores, provincia Peravia. Ahí, se observó que la migración hacia Jamaica Plain, Boston ha permitido una modernización gradual de la localidad, desde la construcción de viviendas hasta la proliferación de comercios que conectan ambos puntos geográficos. En muchos casos, las familias conocen más sobre Boston que sobre Santo Domingo, sin haber viajado jamás a la capital.
Remesas, desarrollo económico y transformaciones en comunidades locales dominicanas
Otro caso es el de Los Pinos, en Santiago, donde el estudio de Georges (1990) reveló una transición de una estructura agraria hacia una orientada al comercio y transporte. Las remesas enviadas desde Estados Unidos promovieron la inversión en transporte, alterando patrones de comercio y reduciendo la dependencia de los mercaderes locales.
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El flujo de dinero ha permitido a muchas familias mejorar su calidad de vida, pero también ha generado una dependencia que, en algunos casos, desplaza el trabajo local. Además, la presencia de redes transnacionales permite que la cultura y costumbres estadounidenses influyan directamente en los hábitos de consumo, vestimenta y hasta en las aspiraciones de los jóvenes dominicanos.
El futuro de las comunidades transnacionales y sus desafíos en la globalización
Con la evolución de la tecnología, la interconectividad entre las comunidades de origen y destino seguirá creciendo. Las redes sociales, las plataformas de envío de dinero y la comunicación instantánea han hecho que la migración sea un proceso menos definitivo y más cíclico. Esto significa que, aunque los migrantes dominen nuevos espacios, mantienen un vínculo permanente con su lugar de origen.
El estudio de las comunidades transnacionales es clave para entender cómo la migración no solo afecta a quienes se van, sino también a quienes se quedan. Con el tiempo, estos flujos podrán redefinir economías locales, estructuras familiares y hasta la identidad cultural de la República Dominicana en un mundo cada vez más globalizado.
Elaborado en base a artículo “Comunidades transnacionales de la República Dominicana” publicado en boletín informativo digital del Instituto Nacional de Migración (INM RD)