50 líderes ecuménicos se unen en San Juan contra deportaciones federales
San Juan, Puerto Rico – 13 de febrero de 2025
Bajo un cielo despejado y el murmullo de oraciones en múltiples idiomas, la Plaza Antonio R. Barceló de Barrio Obrero Santurce se convirtió este miércoles en un símbolo de resistencia y solidaridad. Más de 50 líderes de diversas denominaciones religiosas se unieron en el evento Fe, Apoyo y Esperanza, una iniciativa ecuménica para brindar consuelo y recursos a la comunidad inmigrante, principalmente dominicana, afectada por las recientes redadas y deportaciones federales.
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Unión frente a la adversidad
El evento, organizado por el reconocido productor comunitario dominicano Luis Aguasvivas, junto a la pastora Kathy Cruz y Manuela Castillo, buscó trascender diferencias doctrinales para priorizar la dignidad humana.
Desde las 4:00 p.m., representantes de iglesias católicas, evangélicas, pentecostales y episcopales, entre otras, compartieron mensajes de aliento, mientras agencias gubernamentales ofrecían asesoría legal y social.
“No somos políticos, somos servidores de Dios, y hoy servimos a quienes más lo necesitan”, declaró Aguasvivas, destacando que la zona alberga a miles de dominicanos, muchos en riesgo de deportación bajo políticas reinstauradas por el presidente Donald Trump.
Música, oración y acción
La jornada combinó espiritualidad y pragmatismo. El pastor José Peguero, de Iglesia Bajo la Estrategia de Dios, inició el evento con alabras en español y creole, seguidas de intervenciones emotivas como la del obispo David Infante, quien pidió “compasión en lugar de divisiones”. La pastora Juliann Alameda elevó el ánimo con una interpretación de Amor Eterno, coreada por cientos de asistentes.
Entre los participantes destacaron figuras como el obispo Leo Marte (Concilio Wesleyano), el padre Olin Pierre (Iglesia San Mateo) y la secretaria de Estado, representada por la Dra. Vicenta Pérez. La Oficina de Ayuda al Inmigrante de San Juan también instaló módulos para orientar sobre derechos laborales y procesos legales.
Un mensaje más allá de las fronteras
El obispo Robert Gómez, secretario de la Fraternidad de Concilios Pentecostales, enfatizó que la crisis migratoria “no se resuelve con muros, sino con puentes de amor”. Mientras, el pastor Moisés Román recordó que “la fe sin obras está muerta”, aludiendo a la necesidad de acción política y social.
El cierre, liderado por el diácono Andrés Francisco Cruz (Iglesia Episcopal), incluyó una cadena de manos entrelazadas alrededor de la plaza, gesto que simbolizó la unidad interreligiosa. Para muchas familias, como la de Maribel Reyes (dominicana, madre de tres hijos), el evento fue “un rayo de esperanza en medio del miedo”.
¿Qué sigue?
Los organizadores anunciaron la creación de una red permanente de apoyo legal y emocional, coordinada entre instituciones religiosas y el Municipio de San Juan. “Esto no termina hoy”, aseguró la pastora Cruz. “Seguiremos luchando hasta que cada familia viva con seguridad y paz”.
Mientras el sol se ponía sobre Barrio Obrero, las palabras del salmo 23 resonaron en coro: “Aunque camine por valles oscuros, ningún mal temeré”. Un recordatorio de que, en Puerto Rico, la fe se viste de acción.