Las partes visionan el diálogo desde sus intereses geopolíticos
La reciente conversación telefónica entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, ha generado un gran revuelo en la arena internacional. El diálogo ha provocado reacciones desde la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el Ministerio de Exteriores chino y desde el Kremlin.
Desde la OTAN, su secretario general, Mark Rutte, calificó el diálogo como "un éxito", asegurando que genera la impresión de que ya se han iniciado negociaciones en torno a la crisis ucraniana. Rutte también subrayó la importancia de que Ucrania participe activamente en cualquier acuerdo futuro.
El contacto entre Putin y Trump, que duró una hora y media, incluyó un intercambio sobre las causas profundas del conflicto. Ambos coincidieron en que una resolución a largo plazo solo será posible mediante conversaciones de paz y manifestaron su disposición para continuar con el proceso.
China destaca la necesidad de negociaciones pacíficas
Por su parte, China ha manifestado su satisfacción por el reforzamiento de las comunicaciones entre Rusia y Estados Unidos en torno a la guerra en Ucrania.
Guo Jiakun, portavoz del Ministerio de Exteriores chino, destacó que el diálogo y la negociación son "la única vía viable" para resolver la crisis y reiteró que su país está dispuesto a jugar un papel constructivo en el proceso de paz.
China ha abogado desde el inicio del conflicto por una resolución diplomática, postura que el presidente Xi Jinping dejó clara desde los primeros días de la invasión rusa a Ucrania.
Pekín ha insistido en que el diálogo multilateral es clave para alcanzar una solución duradera y seguirá manteniendo comunicación con todas las partes involucradas.
Desde el Kremlin esperan ver resultados
Mientras tanto, el Kremlin ha señalado que, aunque el contacto con Trump ha sido positivo, todavía es prematuro hablar de un marco de negociación definido.
Dimitri Peskov, portavoz del Kremlin, ha pedido "paciencia" ante la posibilidad de futuras reuniones y la participación de terceros países como China o Europa. Asimismo, se confirmó que en la conversación no se abordó el tema de las sanciones económicas impuestas a Rusia, las cuales Moscú sigue considerando "ilegales y violatorias de las normas comerciales".
Según el Kremlin, este contacto demuestra la voluntad de ambos líderes de avanzar hacia "una solución política y negociada" para el conflicto en Ucrania, aunque aún queda por ver si estas conversaciones traerán resultados concretos.
El inesperado acercamiento entre Washington y Moscú ha abierto una nueva ventana diplomática en el conflicto ucraniano, aunque su impacto real aún está por verse.
Lo que es claro es que la comunidad internacional observa con atención este posible punto de inflexión en una guerra que ya supera los dos años de duración. Con datos de Europa Press y Prensa Latina