La próxima reunión de CARICOM se llevará a cabo del miércoles al viernes de esta semana en Bridgetown, Barbados.
Santo Domingo.- En medio de crecientes tensiones entre Estados Unidos y China por la influencia en el Caribe, el primer ministro de Bahamas, Philip Brave Davis, declaró que las naciones de la Comunidad del Caribe (CARICOM) no se involucrarán en disputas geopolíticas entre superpotencias. Esta afirmación se produjo en respuesta a una carta reciente de varios miembros del Congreso de EE. UU. al secretario de Estado, Marco Rubio, en la que instaban a enviar una delegación de alto nivel a la 48ª Reunión Ordinaria de Jefes de Gobierno de CARICOM, destacando la importancia económica y de seguridad de la región y la necesidad de prevenir la "coerción" por parte de China.
"CARICOM no se va a involucrar en los asuntos geopolíticos entre superpotencias", afirmó Davis. "Siempre hemos adoptado una posición de no alineación respecto a esos asuntos y creo que eso debería continuar". Recordó que, durante su presidencia en febrero de 2023, CARICOM recibió una delegación de más de 60 personas, lo que resultó en numerosas promesas y acuerdos bilaterales. "Supongo que tenemos que aprovechar esa presencia inicial de CARICOM", añadió el ministro en declaraciones que recoge la prensa de Bahamas..
La próxima reunión de CARICOM se llevará a cabo del miércoles al viernes en Bridgetown, Barbados. En la carta mencionada, los miembros del Congreso destacaron que el Caribe es "un pilar clave de la seguridad nacional de Estados Unidos" y que la reunión ofrece una oportunidad para profundizar los lazos diplomáticos, energéticos, económicos y de seguridad con los socios caribeños. Además, expresaron preocupación por la creciente influencia de China en la región a través de inversiones en energía e infraestructura portuaria, lo que, según ellos, requiere un compromiso sostenido de alto nivel por parte de EE. UU. para contrarrestar posibles coerciones.
La influencia china en la región también fue abordada por la encargada de negocios de la Embajada de Estados Unidos, Kimberley Furnish, durante el Grand Bahama Business Outlook en Freeport. Furnish enfatizó la necesidad de que socios regionales como Bahamas "resistan" la influencia "maligna" de China, argumentando que este país hace grandes promesas pero "cumple poco". Destacó la agenda de política exterior de la administración Trump, que busca renovar el compromiso con el hemisferio occidental y fortalecer los lazos económicos con naciones cercanas.
"Para garantizar nuestro crecimiento económico mutuo, también es imperativo que abordemos los desafíos que amenazan nuestros valores e intereses compartidos", afirmó Furnish. "En el primer plano de nuestros desafíos regionales se encuentra la influencia maligna de los adversarios de Estados Unidos. Sin embargo, a medida que nuestros socios regionales aumentan su capacidad, podemos resistir con mayor facilidad a países como China. China promete mucho, pero cumple poco".
La Embajada de China en Nassau no ofreció comentarios cuando fue contactada.
Esta situación se enmarca en un contexto más amplio de competencia entre Estados Unidos y China por la influencia en América Latina y el Caribe. Recientemente, Panamá decidió no renovar su acuerdo de entendimiento con China tras reuniones con el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, quien ha advertido sobre la inaceptable influencia china en el Canal de Panamá.
Además, durante una visita a Costa Rica, Rubio ofreció apoyo para combatir el narcotráfico y reducir la influencia de las empresas tecnológicas chinas en el desarrollo de la tecnología 5G en la región.
En este complejo escenario geopolítico, las naciones caribeñas buscan mantener una postura equilibrada que les permita salvaguardar sus intereses y soberanía, evitando alinearse con alguna de las superpotencias en disputa.