Guterres busca restaurar la seguridad y apoyar un proceso político liderado por haitianos.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha presentado un ambicioso plan para financiar una fuerza multinacional en Haití, con el objetivo de restablecer la seguridad y sentar las bases para un proceso político liderado por los propios haitianos.
Durante su intervención en la reunión anual de jefes de Gobierno de la Comunidad del Caribe (Caricom), Guterres subrayó la necesidad de recuperar las instituciones democráticas a través de elecciones libres y justas, mientras se aborda la grave crisis de violencia que azota al país.
Haití, una nación que ha sido descrita como un "paraíso" por su belleza natural, enfrenta una realidad desgarradora: bandas armadas han sumido a la población en un ciclo de sufrimiento y miedo.
Guterres no dudó en calificar la situación como "intolerable", destacando que la violencia ha alcanzado niveles alarmantes, con un impacto devastador en la vida de miles de personas.
Un plan inspirado en Somalia
El plan propuesto por Guterres se basa en un modelo similar al implementado en Somalia, donde la ONU asumió la responsabilidad de los gastos estructurales y logísticos necesarios para desplegar una fuerza de seguridad.
El secretario general explicó que presentará próximamente al Consejo de Seguridad una propuesta detallada, que incluirá medidas para garantizar la eficacia de la fuerza multinacional en Haití.
"Informaré al Consejo de Seguridad sobre la situación en Haití y presentaré propuestas concretas para que la ONU desempeñe un papel clave en la estabilización del país", afirmó Guterres. Además, aclaró que los salarios de los miembros de esta fuerza serán cubiertos por un fondo ya existente, lo que facilitaría su implementación sin generar nuevos costos significativos.
Combatir el tráfico de armas y drogas
Uno de los pilares del plan es la lucha contra el tráfico de armas y drogas, un problema que alimenta la violencia en Haití y en toda la región del Caribe. Guterres hizo un llamado a la cooperación internacional para abordar este flagelo, subrayando que sin la colaboración de los países de origen de estas actividades ilícitas, será imposible ganar la batalla contra la inseguridad.
"Debemos prevenir estas actividades desde su origen. Sin la cooperación de los países involucrados, nunca lograremos erradicar el tráfico de armas y drogas, y los pueblos caribeños seguirán pagando un precio demasiado alto", señaló el secretario general.
Un llamado a la unidad y al desarrollo sostenible
Además de abordar la crisis de seguridad, Guterres instó a los líderes caribeños a unirse en la lucha contra el cambio climático, una amenaza que afecta de manera desproporcionada a la región. Destacó la importancia de trabajar juntos para lograr un desarrollo sostenible y resolver los problemas que impiden el progreso en lo que describió como un "paraíso" en riesgo.
"El Caribe es una región única, pero enfrenta desafíos únicos. Necesitamos unidad para proteger este paraíso y garantizar un futuro próspero para sus habitantes", afirmó Guterres.
Un futuro incierto, pero con esperanza
Aunque el plan de Guterres representa un rayo de esperanza para Haití, su éxito dependerá en gran medida de la aprobación del Consejo de Seguridad y del compromiso de la comunidad internacional. Si se implementa, esta fuerza multinacional podría marcar un punto de inflexión en la lucha contra la violencia y sentar las bases para la reconstrucción de las instituciones democráticas en el país.
Mientras tanto, los haitianos continúan enfrentando una realidad desoladora, pero con la promesa de que, por fin, la comunidad internacional está dispuesta a actuar. El tiempo dirá si estas palabras se traducen en acciones concretas que devuelvan la paz y la estabilidad a un país que lo necesita con urgencia.