Nuevas observaciones reducen al 0,28 % la probabilidad de impacto con la Tierra
Las más recientes observaciones de la NASA, realizadas entre la noche del 19 y el 20 de febrero, han reducido aún más la probabilidad de que el asteroide 2024 YR4 impacte la Tierra el 22 de diciembre de 2032, situándola en un 0,28 %.
A pesar de esta reducción, los equipos de defensa planetaria de la agencia espacial continuarán monitorizando la trayectoria del asteroide para refinar los cálculos. Curiosamente, con estos nuevos datos, la probabilidad de impacto con la Luna aumentó ligeramente al 1 %, según reportó la NASA.
Ahora que los cielos están más oscuros tras una semana de visibilidad reducida debido a la luna llena, los astrónomos han intensificado sus observaciones del 2024 YR4. Para los telescopios terrestres, la contaminación lumínica dificulta la detección de estos objetos celestes, ya que suelen ser muy débiles y difíciles de captar.
El asteroide llegó a registrar un riesgo de impacto del 3,1%
El Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) de la NASA, tras incorporar nuevas observaciones informadas al Centro de Planetas Menores, actualizó el 18 de febrero la probabilidad de impacto del 2024 YR4 en un 3,1 %.
Este fue el porcentaje más alto jamás registrado por la NASA para un objeto de este tamaño o mayor. Sin embargo, nuevos datos recopilados el 19 de febrero redujeron ese riesgo al 1,5 %, y la tendencia sigue a la baja.
Cada noche adicional de observación permite precisar con mayor exactitud la posible ubicación del asteroide en 2032 y refuerza la importancia de contar con datos suficientes para evaluar riesgos reales para la Tierra. La NASA espera que la probabilidad de impacto continúe disminuyendo en los próximos días y semanas con nuevas mediciones.
El 2024 YR4 fue descubierto el 27 de diciembre de 2023 mediante el telescopio ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System) en Río Hurtado, Chile. Con un diámetro estimado de 55 metros, un asteroide de este tamaño impacta la Tierra en promedio cada pocos miles de años y podría causar graves daños en una región local, según la Agencia Espacial Europea (ESA).