Observaciones precisas reducen probabilidad de impacto a casi cero
El asteroide 2024 YR4, que había generado preocupación por una posible colisión con la Tierra en 2032, ha sido descartado como una amenaza gracias a observaciones recientes realizadas con varios telescopios, incluido el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO).
Según los últimos cálculos, la probabilidad de impacto se ha reducido a un 0,001%, eliminándolo de la lista de riesgos de la Agencia Espacial Europea (ESA).
El asteroide, con un diámetro estimado entre 40 y 90 metros, fue descubierto a finales de diciembre de 2023. Inicialmente, su órbita sugería una posibilidad de impacto del 3% para el 22 de diciembre de 2032, lo que lo convirtió en uno de los objetos cercanos a la Tierra con mayor probabilidad de colisión registrada.
Sin embargo, observaciones más precisas han permitido a los astrónomos refinar su trayectoria y descartar cualquier riesgo significativo.
El papel crucial de los telescopios en la precisión orbital
El VLT, ubicado en Chile, jugó un papel clave en este proceso. A mediados de enero, proporcionó datos cruciales que, combinados con observaciones de otros telescopios, permitieron calcular la órbita del asteroide con mayor exactitud.
Olivier Hainaut, astrónomo del ESO, explicó que "el haz más estrecho ahora se está alejando de la Tierra", lo que significa que la incertidumbre sobre su trayectoria ha disminuido considerablemente.
Este proceso de refinamiento es común en la astronomía. Hainaut lo comparó con el haz de una linterna: "A medida que observamos más, el haz se vuelve más nítido y estrecho".
Inicialmente, la Tierra estaba dentro de la zona de incertidumbre, lo que aumentó temporalmente la probabilidad de impacto. Sin embargo, nuevas observaciones redujeron esta probabilidad a casi cero.
De la alerta internacional a la tranquilidad científica
Durante las semanas en que la probabilidad de impacto alcanzó su punto máximo, la Red Internacional de Alerta de Asteroides emitió una notificación de posible impacto, alertando a grupos de defensa planetaria y agencias espaciales.
Aunque la probabilidad del 3% fue la más alta registrada para un asteroide de su tamaño, los científicos siempre supieron que nuevas observaciones podrían cambiar este escenario.
El 18 de febrero, la probabilidad de impacto alcanzó su máximo, pero al día siguiente, nuevas observaciones con el VLT la redujeron a la mitad.
Finalmente, el 25 de febrero, la probabilidad se situó en un 0,001%, descartando cualquier riesgo significativo.
Lecciones para el futuro de la defensa planetaria
Este caso destaca la importancia de la colaboración internacional y el uso de tecnología avanzada para monitorear objetos cercanos a la Tierra.
Aunque el asteroide 2024 YR4 ya no representa una amenaza, su seguimiento ha demostrado la capacidad de la comunidad científica para responder rápidamente a posibles riesgos.
Con telescopios como el VLT y sistemas de alerta temprana, la humanidad está mejor preparada para enfrentar futuros desafíos relacionados con asteroides. Como concluyó Hainaut, "la Tierra está cada vez más iluminada por este rayo, pero ahora sabemos que estamos a salvo".