La normativa permite que cualquier hombre bautizado ser elegido, siempre que sea ordenado inmediatamente
Aunque la tradición favorece a los cardenales, el camino hacia el papado está técnicamente abierto a cualquier hombre católico bautizado que cumpla los requisitos. A lo largo de la historia, muchos creen que para convertirse en Papa es imprescindible ser cardenal, sacerdote u obispo. Sin embargo, esto no es del todo cierto.
Así cualquier hombre bautizado en la Iglesia Católica puede ser elegido, aunque existen ciertos requisitos y un proceso riguroso que debe seguirse.
Los requisitos esenciales para aspirar al trono papal:
Ser varón: Solo los hombres pueden recibir la ordenación sacerdotal y, por ende, pueden asumir el papado.
Haber sido bautizado en la Iglesia Católica: Este es un criterio fundamental para ser considerado.
Tener fe y uso de razón: No puede ser alguien que haya abandonado la fe o esté en contradicción con la doctrina de la Iglesia.
Quiénes tienen más posibilidades de ser elegidos como Papa
Los cardenales: Son los candidatos más comunes, sobre todo los menores de 80 años, ya que son quienes votan en el cónclave.
Obispos y sacerdotes: Aunque poco frecuente, un obispo o sacerdote puede ser elegido.
Casos excepcionales: En el pasado, algunos Papas no fueron cardenales ni obispos al momento de ser elegidos. Si un laico fuera nombrado, debería recibir rápidamente la ordenación episcopal.
Los Papas que no fueron cardenales, sacerdotes u obispos
A lo largo de la historia, algunos hombres fueron elegidos Papa sin haber sido cardenales, sacerdotes ni obispos antes de su nombramiento.
En dichos casos, debieron recibir rápidamente la ordenación episcopal para asumir el cargo. Aquí algunos ejemplos notables:
1. Papa Fabricio (Esteban II) – Caso especial (752). Fue elegido Papa, pero murió antes de ser consagrado, por lo que no se le considera oficialmente en la lista de Papas.
2. Papa Esteban III (752-757). No era cardenal cuando fue elegido, pero sí sacerdote.
3. Papa León VIII (963-965). Fue laico cuando lo eligieron Papa y recibió todas las órdenes sagradas en un solo día para asumir el cargo.
4. Papa Benedicto VIII (1012-1024). Miembro de una familia aristocrática, no era clérigo antes de su elección. Fue ordenado inmediatamente después.
5. Papa Juan XIX (1024-1032). Al igual que su hermano Benedicto VIII, era laico y recibió las órdenes sagradas tras su elección.
6. Papa León IX (1049-1054). No era cardenal, pero sí obispo antes de ser elegido.
7. Papa Urbano V (1362-1370). No era cardenal cuando fue elegido, sino monje y abad benedictino.
Estos casos son raros, ya que la tradición favorece la elección de cardenales. Sin embargo, la normativa permite que cualquier hombre católico bautizado pueda ser elegido, siempre que sea ordenado inmediatamente.