Expertos destacan prometedoras investigaciones para tratar esta enfermedad rara
Santo Domingo.- La aniridia, una enfermedad rara que afecta gravemente la visión y la calidad de vida de quienes la padecen, podría estar cada vez más cerca de contar con tratamientos efectivos. El doctor Jesús Merayo, director del Instituto Universitario Fernández-Vega, ha resaltado que en la actualidad existen diversas investigaciones en marcha con resultados prometedores, que abren la puerta a futuras soluciones terapéuticas.
La aniridia es un trastorno genético caracterizado por la ausencia parcial o total del iris, lo que provoca una extrema sensibilidad a la luz y puede derivar en complicaciones como cataratas, glaucoma o degeneración corneal. Hasta la fecha, esta patología no tiene cura, por lo que el tratamiento se centra en la prevención y la mitigación de sus efectos.
Con motivo del Día de las Enfermedades Raras, el doctor Merayo ha subrayado la importancia de las investigaciones en distintos niveles: "Hay bastantes investigaciones prometedoras a nivel básico, preclínico y clínico, así como en centros especializados en el cuidado de pacientes con esta patología".
Uno de los estudios más relevantes en este campo ha sido el desarrollado por su propio equipo, en colaboración con la Fundación de Investigación Oftalmológica y la empresa española BTI, en el que se ha evaluado la aplicación de plasma rico en plaquetas con factores de crecimiento para tratar el ojo seco y la queratopatía asociada a la aniridia. Los resultados han sido alentadores, pues la mayoría de los pacientes tratados mostraron una mejora significativa en sus síntomas.
A nivel internacional, también se está investigando el uso de medicamentos aprobados para otras enfermedades con el fin de determinar su eficacia en la aniridia. Además, se están explorando estrategias de medicina regenerativa, terapia génica e ingeniería de tejidos, con el objetivo de abordar la enfermedad desde un enfoque integral.
"Lo que hace falta son recursos y centrar el tiro", advierte Merayo, haciendo hincapié en la necesidad de dirigir los esfuerzos de investigación a equipos con experiencia y proyectos con fundamentos sólidos. Además, destaca la importancia de la colaboración con asociaciones de pacientes, que juegan un papel clave en la visibilización de la enfermedad y en el apoyo a las familias afectadas.
El diagnóstico de la aniridia es relativamente sencillo, ya que los niños afectados presentan signos como parpadeo frecuente y fotofobia desde el nacimiento. Gracias a la detección temprana, se pueden implementar medidas preventivas para retrasar su progresión, como el uso de gafas de sol y protección ocular.
En España, la Asociación Española de Aniridia ha sido una pieza clave en la difusión de información y en el impulso de nuevas líneas de investigación. "Es fundamental que los pacientes y sus familias se asocien y hagan ruido para que la enfermedad reciba la atención que merece", concluye el doctor Merayo.