Acusaciones de apropiación indebida y falta de comunicación empañan celebración cultural en Miami.
Santo Domingo.- El pasado 23 de febrero, el Parque Juan Pablo Duarte de Miami se llenó de música, gastronomía y orgullo patrio durante la celebración del Festival Dominicano en Miami, conmemorando el 181 aniversario de la Independencia de la República Dominicana. Sin embargo, detrás de la alegría y el folclore, se gestaba una controversia que ha sacudido a la comunidad dominicana en Florida.

Isidro Barros, principal organizador del festival, emitió un comunicado el 27 de febrero explicando lo ocurrido ante y durante el evento y sus diferencias con el Consulado General de la República Dominicana en Miami, Tales acciones, explica, afectaron la integridad del evento.
Barros afirmó que días antes del festival, circuló en redes sociales un volante en el que el Consulado y el Instituto de Dominicanos y Dominicanas en el Exterior (INDEX) invitaban al Festival Dominicano, presentándose como organizadores y mencionado como patrocinadores a Banreservas, Estelar, SID, Café Santo Domingo, Crisol, SKYhigh, Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC) y la Autoridad Portuaria.
- Noticia relacionada: Miami se viste de tricolor en el 181 aniversario de la Independencia Dominicana
Según Barros, esta acción se realizó sin su permiso ni autorización, lo que causó confusión y perjuicios, especialmente con los patrocinadores oficiales del festival, como la Ciudad de Miami y la Cerveza Johnny Cuba.
Narra que el conflicto se intensificó cuando, el 11 de febrero, Ninoshka Rondón, en representación de la Cónsul Geanilda Vásquez, contactó a los organizadores para adquirir espacios en el festival. Se acordó la instalación de dos puestos para promocionar productos como salchichón y café, sin especificar marcas en ese momento.
Añade que posteriormente, el 19 de febrero, se solicitó que en el contrato figurara el Consulado Dominicano como expositor y que los productos fueran de marcas específicas: Induveca y Café Santo Domingo. Barros explica que accedió a estas modificaciones, sin imaginar que esto derivaría en una aparente apropiación del evento por parte del Consulado
Denuncia que durante el festival, colaboradores de la Cónsul Vásquez se acercaron a los organizadores con actitud que Barros describió como “furiosa y hasta amenazante”, exigiendo que la Cónsul fuera mencionada y tuviera participación destacada en el evento.
Además, el volante distribuido por el Consulado daba la impresión de que eran los organizadores principales, omitiendo a los verdaderos productores del festival. Barros calificó esta acción como una falta de respeto, abuso de confianza y plagio, afectando las relaciones con patrocinadores clave.
El Consulado General de la República Dominicana en Miami, por su parte, ha estado activo en la celebración de la Semana Dominicana en el Exterior, realizando diversas actividades culturales y comunitarias. Según publicaciones en sus redes sociales, el Consulado participó en el Festival Dominicano en Allapattah, donde se reconoció a personalidades destacadas de la comunidad dominicana en Miami. Además, organizaron conciertos, exhibiciones de cine y una cena de gala para conmemorar la independencia dominicana.
Este conflicto pone de manifiesto las tensiones que pueden surgir entre entidades gubernamentales y organizaciones comunitarias en la promoción de la cultura y tradiciones en el extranjero. Mientras el Consulado busca fortalecer la identidad dominicana en la diáspora, los organizadores locales sienten que sus esfuerzos y reconocimientos pueden verse opacados por intervenciones institucionales.
Barros anunció que en los próximos días enviará cartas de queja y reclamo al Ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez; a la Vice Ministra y Directora del INDEX, Celines Toribio; a la Cónsul Geanilda Vásquez; a Richard Montilla, Director del INDEX Florida; y a los patrocinadores del Consulado Dominicano en Miami. El objetivo es que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto y se eviten situaciones similares en el futuro.