La medida busca promover la unidad nacional y afecta a comunidades de habla no inglesa.
Washington. – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado una orden ejecutiva que declara al inglés como el idioma oficial del país, una medida sin precedentes en la historia estadounidense. Esta decisión busca promover la unidad nacional y facilitar la participación cívica al establecer un lenguaje común para todos los ciudadanos.
La orden ejecutiva, firmada el 1 de marzo de 2025, revoca una política de la administración de Bill Clinton de 2000 que exigía a las agencias federales y organizaciones financiadas por el gobierno proporcionar servicios y documentos en múltiples idiomas. Con esta nueva directriz, el gobierno federal ya no estará obligado a ofrecer asistencia lingüística en idiomas distintos al inglés, lo que representa un cambio significativo en la política de servicios gubernamentales.
Trump argumenta que hablar inglés “abre puertas económicamente” y “ayuda a los recién llegados a participar en sus comunidades”, enfatizando que esta medida fortalecerá los valores nacionales compartidos y creará una sociedad más cohesionada y eficiente.
Antes de esta orden, Estados Unidos no tenía un idioma oficial a nivel federal, aunque 32 estados ya habían designado al inglés como su idioma oficial.
Según datos del censo de 2019, además del inglés, se hablan en el país más de 350 idiomas, siendo el español, el chino, el tagalo, el vietnamita y el árabe algunos de los más comunes.
La comunidad hispanohablante, que representa una parte significativa de la población, podría verse especialmente afectada por esta medida. La eliminación de la obligación de proporcionar servicios gubernamentales en otros idiomas podría dificultar el acceso a información y servicios esenciales para aquellos que no dominan el inglés. Por ejemplo, el portal en español del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. podría desaparecer, complicando trámites de residencia y ciudadanía para millones de personas.
Esta decisión se enmarca en los esfuerzos de la administración Trump por endurecer las políticas de inmigración durante su segundo mandato. Desde su regreso a la Casa Blanca el 20 de enero de 2025, Trump ha emitido más de 70 órdenes ejecutivas, incluyendo esta reciente designación del inglés como idioma oficial.
La medida ha generado diversas reacciones en todo el país. Mientras algunos sectores apoyan la iniciativa como una forma de fortalecer la identidad nacional y mejorar la eficiencia gubernamental, otros la critican por considerar que margina a las comunidades de origen extranjero y limita la diversidad cultural que caracteriza a Estados Unidos.
En estados como Texas, donde aproximadamente el 34.9% de la población habla un idioma diferente al inglés en casa, la implementación de esta política podría tener implicaciones significativas. A pesar de varios intentos, Texas no ha designado oficialmente al inglés como su idioma oficial, reflejando la complejidad y diversidad lingüística del estado.