Según análisis de la OMM podría dar paso a condiciones neutras en 2025
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha anunciado que el fenómeno de La Niña, que comenzó en diciembre de 2024, probablemente será de corta duración. Este evento, caracterizado por el enfriamiento de las aguas del Pacífico ecuatorial, suele alterar los patrones climáticos globales, generando impactos opuestos a los de El Niño, especialmente en regiones tropicales.
Según las previsiones de los Centros Mundiales de Producción de Predicciones Estacionales de la OMM, existe un 60% de probabilidad de que las condiciones climáticas vuelvan a ser neutras (ni La Niña ni El Niño) entre marzo y mayo de 2025.
Esta probabilidad aumenta al 70% para el período de abril a junio de 2025. Mientras tanto, la posibilidad de que se desarrolle El Niño durante este mismo período es insignificante.
Sin embargo, la OMM advierte que las previsiones a largo plazo enfrentan una mayor incertidumbre debido a la barrera de previsibilidad de la primavera boreal, un desafío conocido en la predicción de estos fenómenos climáticos.
Impacto global: La Niña y el cambio climático
Aunque La Niña y El Niño son fenómenos naturales, sus efectos se ven amplificados por el cambio climático inducido por el ser humano.
Este contexto ha exacerbado los eventos meteorológicos extremos y alterado los patrones de precipitaciones y temperaturas a nivel global. Por ejemplo, enero de 2025 fue el enero más cálido registrado, a pesar de las condiciones débiles de La Niña observadas desde diciembre de 2024.
La OMM también destaca que las previsiones estacionales de estos fenómenos son herramientas clave para la toma de decisiones en sectores como la agricultura, energía y transporte, ayudando a salvar vidas y ahorrar millones de dólares. Con datos de Europa Press.