Autoridades evacuan a 900 personas y monitorean flujos piroclásticos y ceniza.
Guatemala.- El Volcán del Fuego, uno de los colosos más activos de Centroamérica, ha despertado nuevamente con una potente erupción este domingo por la noche, poniendo en alerta a las comunidades aledañas y a las autoridades guatemaltecas. La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED) y el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH) han confirmado la emisión de material magmático, flujos piroclásticos y columnas de ceniza que alcanzan los 7.000 metros de altura, extendiéndose hasta 50 kilómetros desde el cráter.
Aunque los boletines vulcanológicos reportan una "disminución de la intensidad" de la erupción, la actividad continúa con columnas de gases y ceniza que se elevan a 4.800 metros sobre el nivel del mar. Estas emisiones se dispersan en un radio de 100 kilómetros, afectando principalmente las zonas noroeste y suroeste del volcán. Las explosiones, descritas como "débiles y fuertes", no son constantes, pero la ceniza permanece suspendida en el aire, lo que representa un riesgo para la salud y la seguridad de los habitantes.
Ante este escenario, las autoridades han declarado la alerta naranja y han recomendado a la población mantenerse preparada. Se han evacuado preventivamente a unas 900 personas de comunidades cercanas, según informó un portavoz de CONRED al diario *Prensa Libre*. Además, el Ministerio de Educación suspendió las clases en cuatro municipios como medida de precaución.
La CONRED ha instado a los ciudadanos a revisar sus planes de respuesta y preparar la "mochila de las 72 horas", un kit de emergencia que incluye agua, alimentos no perecederos, medicamentos y documentos importantes, esencial para una evacuación rápida y segura. Asimismo, se ha recomendado limitar el acceso a la zona y monitorear el tráfico aéreo debido a la presencia de ceniza en la atmósfera.
El Volcán del Fuego, ubicado a unos 50 kilómetros de la capital guatemalteca, es conocido por su actividad recurrente. Sin embargo, su erupción más devastadora en junio de 2018 dejó una huella imborrable en la memoria del país. En esa ocasión, una avalancha de material volcánico arrasó la comunidad de San Miguel Los Lotes y parte de Alotenango, cobrando la vida de cientos de personas.
Aunque por el momento no se han reportado víctimas mortales ni daños materiales significativos, las autoridades mantienen un monitoreo constante y han habilitado centros de atención para la población afectada. La actividad del volcán podría persistir en las próximas horas, por lo que se recomienda a la comunidad estar atenta a las actualizaciones oficiales.
Este nuevo episodio del Volcán del Fuego es un recordatorio de la fuerza impredecible de la naturaleza y la importancia de la preparación ante desastres. Guatemala, un país con una geografía marcada por la actividad volcánica, sigue demostrando su resiliencia frente a estos fenómenos, pero también la necesidad de fortalecer sus sistemas de alerta temprana y respuesta.