Cómo la política comercial de EEUU están dañando la economía global
La política comercial del expresidente estadounidense Donald Trump ha dejado de ser una estrategia para convertirse en una crisis autoinfligida, según Nigel Green, director ejecutivo de deVere Group, una firma global de asesoría financiera.
Green advierte que las medidas arancelarias impulsadas por Trump, como el reciente anuncio de imponer un arancel del 200% a los vinos y productos alcohólicos de la Unión Europea, están generando un daño profundo y duradero para la economía de Estados Unidos y el comercio global.
El impacto de los aranceles en los mercados y las empresas
La incertidumbre generada por las políticas arancelarias de Trump ha afectado gravemente la confianza de los inversores y ha obligado a las empresas a reestructurar sus cadenas de suministro.
Según Green, “la imprevisibilidad de la política comercial estadounidense ha creado un entorno en el que los mercados reaccionan con volatilidad ante cada tuit o declaración improvisada del expresidente”.
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Indica que esto ha llevado a un aumento en los costos de producción, precios más altos para los consumidores y una desviación de las inversiones hacia países como Vietnam, India y México, en lugar de regresar a Estados Unidos.
Un cambio global: el declive de la influencia económica de EE.UU
Mientras Estados Unidos se enfoca en disputas arancelarias, otras naciones están fortaleciendo sus lazos comerciales y creando nuevos marcos económicos que excluyen a Washington.
En esa perspectiva, Europa y Asia están estrechando relaciones, el Reino Unido redefine su estrategia posbrexit, y China consolida su posición como potencia económica global.
Green señala que “los flujos comerciales globales se están adaptando a un mundo en el que Estados Unidos ya no es el actor dominante que alguna vez fue”. Este cambio, según él, es medible y difícil de revertir.
La política arancelaria de Trump no solo ha afectado a las empresas y los mercados, sino que también ha debilitado la credibilidad de Estados Unidos como socio comercial confiable.
Incluso el dólar, tradicionalmente considerado un activo refugio, comienza a mostrar signos de debilidad debido a la incertidumbre generada por estas medidas.
Green concluye que “la imprevisibilidad ha dejado una huella duradera en el comercio global”, y que el mundo avanza hacia un nuevo orden económico en el que Estados Unidos ya no es el centro.