Impulsado por tensiones comerciales y geopolíticas el metal alcanzó por primera vez ese límite de precio
La onza de oro troy alcanzó un nuevo máximo histórico este viernes, superando los 3.000 dólares, en un contexto marcado por tensiones geopolíticas, medidas arancelarias globales y expectativas de recortes en las tasas de interés. Este activo refugio por excelencia ha registrado un alza del 0,4% en la jornada, consolidando su tendencia alcista.
El reciente aumento en el precio del oro se debe, en parte, a las medidas arancelarias entre Estados Unidos y la Unión Europea (UE). El presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó con imponer un arancel del 200% a los vinos y productos alcohólicos europeos si la UE no retira su gravamen del 50% sobre el whisky estadounidense.
Por su parte, la UE anunció aranceles por valor de 26.000 millones de euros a productos estadounidenses en respuesta a los impuestos del 25% sobre el acero y aluminio europeo.
Además, las negociaciones para un alto al fuego en la guerra de Ucrania han generado incertidumbre. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha expresado dudas sobre la propuesta de tregua de 30 días y ha exigido un plan de paz a largo plazo.
Los citados factores han contribuido a la volatilidad global, impulsando la demanda de oro como activo refugio.
Inflación y expectativas de recortes de tasas refuerzan tendencia alcista
Otro factor clave en el alza del oro es el reciente dato de inflación en Estados Unidos, que fue mejor de lo esperado, aumentando las expectativas de que la Reserva Federal (Fed) recorte las tasas de interés.
Según la teoría clásica, el oro y el dólar tienen una correlación inversa: cuando bajan las tasas, el oro tiende a subir.
Bank of America (BofA) pronosticó en junio de 2024 que el oro alcanzaría los 3.000 dólares en un plazo de 12 a 18 meses, una meta que se ha cumplido en solo 9 meses. Este crecimiento ha sido impulsado por la demanda de los bancos centrales y la incertidumbre geopolítica.
El economista José Manuel Marín Cebrián, fundador de Fortuna SFP, destacó que el oro sigue siendo un valor refugio en tiempos de volatilidad: "En momentos de incertidumbre económica, su valor tiende a aumentar, sirviendo como un escudo contra la inflación y la devaluación de las monedas".
Contexto histórico: el oro sube un 63% desde octubre de 2023
Desde el 7 de octubre de 2023, cuando el conflicto entre Israel y Hamás resurgió, el oro ha acumulado una revalorización del 63,7%. Este crecimiento se ha visto reforzado por la compra masiva de oro por parte de los bancos centrales y los riesgos geopolíticos globales.
En diciembre de 2023, el oro superó los 2.100 dólares, alcanzando un nuevo récord. Para mayo de 2024, ya cotizaba por encima de los 2.450 dólares, y con la llegada del verano, inició una tendencia alcista que ha llevado su precio a los 3.000 dólares.
El anterior máximo histórico del oro se registró el 7 de marzo de 2022, cuando la onza tocó los 2.075 dólares, coincidiendo con el inicio de la invasión rusa de Ucrania.
Cinco años atrás, durante la pandemia de COVID-19, el oro se negociaba en 1.500 dólares, lo que significa que su valor se ha duplicado desde entonces.
Este récord histórico refleja la importancia del oro como activo refugio en tiempos de incertidumbre económica y geopolítica.