Estabilidad y crecimiento contrastan con incertidumbre en Estados Unidos
China está recalibrando su estrategia económica para posicionarse como una alternativa más predecible y llena de oportunidades en un escenario global marcado por la incertidumbre. Mientras tanto, Estados Unidos, tradicional refugio de inversiones, enfrenta el desafío de recuperar la confianza perdida.
El nuevo Plan de Acción Especial para Impulsar el Consumo} del Gobierno de China tiene el objetivo de estimular la demanda interna y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
El plan, publicado por la Oficina General del Partido Comunista y el Consejo de Estado, incluye medidas para aumentar los ingresos, reducir las cargas financieras y fomentar el gasto en ocio, turismo y servicios.
Aumento de salarios y apoyo a grupos vulnerables
El plan prioriza el aumento "razonable" de los ingresos salariales, con un enfoque en zonas y grupos clave. También propone mejorar los mecanismos de salario mínimo y reforzar la protección social, incluyendo ayudas para el cuidado infantil, la educación y la atención médica.
Asimismo, busca fortalecer el apoyo a personas de bajos ingresos y mejorar los servicios de atención para personas mayores.
Fomento del turismo y mejora del entorno de consumo
El plan también busca impulsar el consumo cultural, deportivo y turístico, con medidas para extender horarios comerciales y promover destinos turísticos de hielo y nieve.
Además, se proponen acciones para mejorar la calidad de bienes duraderos, como automóviles y electrodomésticos, y estabilizar el mercado inmobiliario, eliminar restricciones innecesarias al consumo y crear un entorno de mercado estable y predecible.
El analista Nigel Green, CEO del gigante mundial de asesoría financiera deVere Group, Para Nigel Green, considero que el nuevo Plan de Acción Especial de China para impulsar el consumo y estabilizar los mercados financieros podría marcar un punto de inflexión para los inversores extranjeros.
Inversores reevalúan China ante incertidumbre en Estados Unidos
Mientras China se esfuerza por recuperar la confianza de los inversores, Estados Unidos enfrenta una creciente desconfianza debido a las políticas impredecibles del expresidente Donald Trump, sostiene Green.
Las preocupaciones incluyen guerras comerciales, mala gestión fiscal y volatilidad del mercado. Green señala que, para los inversores que valoran la estabilidad y el crecimiento a largo plazo, el enfoque pragmático de China podría resultar más atractivo.
Aunque aún es temprano para determinar si este plan se traducirá en un retorno masivo de capital extranjero, los mercados han respondido con optimismo inicial. Los índices CSI 300 y Hang Seng registraron ganancias modestas tras el anuncio.