Mientras que H-Ras debilita las conexiones neuronales, K-Ras fortalece las conexiones en el cerebro.
Un equipo de investigadores del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBM-CSIC-UAM) y del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha descubierto que dos formas de la proteína Ras, H-Ras y K-Ras, tienen efectos opuestos en las sinapsis neuronales.
Mientras que H-Ras induce la depresión sináptica (debilitando las conexiones neuronales), K-Ras es esencial para la potenciación sináptica (fortaleciendo las conexiones). Este hallazgo revela un papel más complejo de Ras en la plasticidad cerebral, clave para el aprendizaje y la memoria.
Ras en el cerebro: más allá del crecimiento celular
La proteína Ras es ampliamente conocida por su papel en el cáncer, donde su activación descontrolada promueve el crecimiento tumoral. Sin embargo, en el cerebro adulto, donde las neuronas ya no se dividen, Ras desempeña una función crucial en la plasticidad sináptica, el proceso que permite a las neuronas modificar sus conexiones en respuesta a la actividad.
A principios de los años 2000, se descubrió que Ras es necesaria para la potenciación sináptica, un mecanismo fundamental para el aprendizaje y la memoria.
En este nuevo estudio, los investigadores exploraron si Ras también participa en la depresión sináptica, un proceso que debilita las conexiones neuronales y está relacionado con la flexibilidad cognitiva y trastornos como el autismo.
Especialización de isoformas: K-Ras y H-Ras en acción
Utilizando técnicas de electrofisiología y modelos de ratones genéticamente modificados, los investigadores confirmaron que Ras es esencial para la depresión sináptica.
Además, descubrieron que las isoformas K-Ras y H-Ras tienen funciones específicas: K-Ras es responsable de la potenciación sináptica, mientras que H-Ras induce la depresión sináptica.
También observaron que ambas isoformas se distribuyen de manera diferente dentro de las neuronas, lo que sugiere una especialización funcional más profunda.
Este hallazgo no solo es relevante para la neurociencia, sino que también abre nuevas vías para comprender las rasopatías, un grupo de enfermedades del desarrollo causadas por alteraciones en genes relacionados con Ras.
Según Víctor Briz, coautor principal e investigador del ISCIII, "este estudio abre nuevas perspectivas para entender la función de Ras en el cerebro y su posible implicación en diversas patologías".
Este avance subraya la importancia de seguir investigando cómo las distintas formas de Ras influyen en la plasticidad cerebral y su impacto en trastornos neurológicos y del desarrollo. Con datos de Europa Press.