Choque de poderes: Trump pide destitución de juez, Roberts defiende la justicia.
Washington. .– El presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, ha alzado la voz este martes para reprender al expresidente Donald Trump y a sus aliados por sus llamados al impeachment de jueces federales. La controversia se desató tras la decisión del juez James Boasberg de bloquear la deportación de inmigrantes venezolanos, una medida que provocó la ira de Trump y sus seguidores.
"Durante más de dos siglos, se ha establecido que el impeachment no es una respuesta adecuada al desacuerdo sobre una decisión judicial", declaró Roberts en un comunicado oficial. "El proceso normal de revisión de apelaciones existe para ese propósito", ha explicado el juez segun recoge la cadena NBC News.
Las palabras de Roberts resuenan en un momento de creciente polarización política en Estados Unidos, donde la independencia del poder judicial se encuentra en el centro del debate público. Trump, conocido por su estilo combativo, no dudó en responder a través de su plataforma Truth Social, calificando a Boasberg de "juez corrupto" y reiterando su llamado a la destitución.
La tensión entre el ejecutivo y el judicial no es nueva. Desde su llegada a la Casa Blanca, Trump ha desafiado abiertamente las decisiones judiciales que han obstaculizado su agenda política, especialmente en materia de inmigración. La deportación de miembros de pandillas como el Tren de Aragua y la Mara Salvatrucha hacia El Salvador, amparada en una ley del siglo XVIII, es solo un ejemplo de las políticas que han generado controversia y desafíos legales.
La respuesta de la administración Trump no se hizo esperar. El presidente y sus aliados arremetieron contra el juez, acusándolo de extralimitación y parcialidad. La polémica se intensificó aún más cuando se reveló que el avión con los deportados ya había despegado hacia El Salvador antes de que Boasberg firmara la orden de suspensión, lo que provocó burlas por parte de la administración Trump y del presidente salvadoreño, Nayib Bukele.
Este choque de poderes ha generado preocupación en diversos sectores de la sociedad estadounidense, que ven en los ataques de Trump una amenaza a la independencia judicial y al Estado de Derecho. La controversia también ha reavivado el debate sobre el papel de los jueces en la interpretación de la Constitución y la protección de los derechos individuales frente a las políticas gubernamentales.