La zona es un ecosistema bajo amenaza mientras sus pobladores comprensión limitada de los peligros
Un estudio realizado por investigadores del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) y el Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña (ISFODOSU) reveló que los residentes de la cuenca del río Nigua, en San Cristóbal, tienen una percepción subestimada de los riesgos ambientales asociados a vivir en esa zona.
La investigación, que incluyó encuestas a 1,223 residentes, identificó factores clave que influyen en esta percepción y propuso estrategias para mejorar la gobernanza ambiental en la región.
La cuenca del río Nigua: un ecosistema bajo amenaza
La cuenca del río Nigua es una zona hidrográfica crítica que enfrenta graves desafíos ambientales, como deforestación, erosión del suelo y contaminación por actividades mineras y agrícolas.
Además, el cauce del río ha sido afectado por fenómenos meteorológicos extremos y la actividad humana, lo que ha puesto en riesgo su equilibrio ecológico y los servicios ecosistémicos que brinda a la provincia de San Cristóbal.
Percepción del riesgo: entre la subestimación y el catastrofismo
El estudio, titulado “Percepción del riesgo en la cuenca del río Nigua: determinantes clave e implicaciones políticas”, encontró que una parte de la población subestima los riesgos, influenciada por factores como la comprensión limitada de los peligros, la aceptación de los desastres como inevitables y la falta de confianza en las instituciones.
Por otro lado, otra proporción de residentes sobrestima los riesgos, asociado a una exposición limitada a información precisa y una tendencia al catastrofismo.
Los investigadores, entre ellos Carol Franco y Ulises Jauregui (INTEC), y Casimiro Maldonado y Antonio Torres (ISFODOSU), destacaron la necesidad de intervenciones específicas para abordar estas brechas. Entre las propuestas se incluyen:
- Comunicación de riesgos personalizada.
- Educación ambiental basada en la comunidad.
- Iniciativas para fortalecer la confianza en las instituciones locales.
Además, recomendaron diseñar políticas que consideren las percepciones específicas de los residentes, especialmente en la cuenca baja, donde los riesgos son más agudos debido a la cercanía con fuentes de contaminación y desastres recurrentes.
Reflexiones finales y llamado a la acción
La cuenca del río Nigua es un ecosistema vital que ha experimentado cambios significativos en la última década. Para garantizar su conservación y el bienestar de sus habitantes, es crucial implementar estrategias que promuevan una gestión ambiental inclusiva y efectiva.
Como señaló el docente Casimiro Maldonado, “estos hallazgos resaltan la necesidad de mejorar la educación y la comunicación sobre riesgos, así como fortalecer el compromiso de la comunidad con las instituciones locales”.
Se destaca que este estudio no solo aporta información valiosa para la toma de decisiones, sino que también subraya la importancia de abordar las percepciones de riesgo como un elemento clave en la gobernanza ambiental.