La violencia en Haití ha desplazado a más de un millón de personas, triplicando la cifra en un año
La capital de Haití, Puerto Príncipe, enfrenta una crisis humanitaria sin precedentes. En el último mes, la escalada de violencia por parte de grupos armados ha obligado a 60.000 personas a abandonar sus hogares, alcanzando un récord de desplazamientos. Según el informe más reciente de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de un millón de haitianos viven actualmente como desplazados internos, una cifra que se ha triplicado en comparación con el año anterior.
La mayoría de estos desplazados se encuentran en condiciones extremadamente precarias. Muchos han buscado refugio en casi medio centenar de campamentos improvisados, de los cuales doce son de reciente creación, mientras que otros se han alojado con familiares o amigos. El jefe de la OIM en Haití, Grégoire Goodstein, ha expresado su preocupación al respecto, destacando que numerosos civiles se han visto obligados a desplazarse en múltiples ocasiones debido a la persistente inseguridad.
Goodstein ha enfatizado la urgencia de brindar asistencia a los afectados, señalando que "la gente que huye de la violencia necesita protección inmediata, comida, agua y refugio", recoge la agencia Europa Press. Además, ha advertido que la situación empeora cada día y que, sin un apoyo adicional, existe el riesgo de que se desarrolle una catástrofe humanitaria aún mayor.
A pesar de la magnitud de la crisis, la respuesta internacional ha sido limitada. La OIM ha subrayado que la situación en Haití sigue siendo una crisis infrafinanciada y, en gran medida, ignorada por la comunidad internacional. Esta falta de fondos se ve agravada por las dificultades para distribuir la ayuda necesaria en el terreno, debido principalmente a la inseguridad y al bloqueo de infraestructuras críticas, como el aeropuerto de Puerto Príncipe, que permanece cerrado.
La violencia en Haití ha tenido un impacto devastador en la población civil. En los primeros tres meses de 2023, más de 1.630 personas fueron asesinadas, heridas o secuestradas, lo que representa un aumento del 30% en comparación con el trimestre anterior, según datos de la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (BINUH).
La situación es especialmente crítica para los niños. UNICEF ha informado que 1,2 millones de niños están bajo amenaza de violencia armada y que tres millones necesitarán ayuda humanitaria en 2025. Además, los grupos armados controlan el 85% de Puerto Príncipe, reclutando forzosamente a menores, que representan la mitad de estos grupos. La crisis alimentaria y el colapso estatal, acentuados por la inseguridad, han agravado la desnutrición infantil y provocado el cierre de numerosas escuelas.
La comunidad internacional enfrenta el desafío de responder de manera efectiva a esta crisis humanitaria. Es imperativo que se movilicen recursos y se implementen estrategias integrales que aborden tanto la emergencia inmediata como las causas subyacentes de la violencia y el desplazamiento en Haití. Sin una intervención coordinada y sostenida, la situación podría deteriorarse aún más, exacerbando el sufrimiento de millones de haitianos que ya viven en condiciones extremas.
La complejidad de la crisis en Haití requiere una respuesta global que incluya medidas de seguridad, asistencia humanitaria y apoyo al desarrollo sostenible. Solo a través de un compromiso internacional sólido y continuo se podrá aliviar el sufrimiento de la población haitiana y sentar las bases para una paz y estabilidad duraderas en el país.