Nuevo plan chino impulsa el consumo y estabilidad financiera, mientras EE.UU. pierde confianza inversora.
Santo Domingo.- En un momento en que la confianza en la economía estadounidense se tambalea bajo la sombra de políticas impredecibles, China ha lanzado un ambicioso plan económico para recuperar su posición como destino preferente de la inversión global. El nuevo *Plan de Acción Especial para Impulsar el Consumo*, anunciado por el gobierno chino, busca revitalizar la demanda interna, estabilizar los mercados financieros y atraer a inversores extranjeros que habían mostrado cautela en los últimos años.

Según Nigel Green, CEO de deVere Group, una de las firmas de asesoría financiera más grandes del mundo, este movimiento representa "la señal más clara hasta el momento de que China se toma en serio la estabilización de su economía y la recuperación de la confianza de los inversores". Green destaca el contraste entre la estrategia recalibrada de Pekín y la imprevisibilidad que caracteriza a la administración estadounidense, marcada por políticas proteccionistas y fluctuaciones políticas.
El plan chino se estructura en tres pilares fundamentales. En primer lugar, se enfoca en fortalecer el consumo interno, aumentando los ingresos de los hogares y reduciendo sus cargas financieras. Este enfoque es crucial en un contexto donde el índice de precios al consumidor registró en febrero su mayor caída en más de un año, reflejando un panorama deflacionario preocupante.
En segundo lugar, el gobierno promete medidas para estabilizar los mercados bursátiles, abordando directamente la incertidumbre regulatoria que ha mermado la confianza de los inversores en los últimos años. Finalmente, el plan incluye la creación de nuevos vehículos de inversión, como bonos adaptados a inversores individuales, con el objetivo de ampliar las oportunidades de creación de riqueza y profundizar el mercado financiero.
Los mercados ya han respondido con optimismo inicial. El índice CSI 300 y el Hang Seng de Hong Kong registraron ganancias del 0,1 % el lunes, un indicio de que las medidas podrían estar generando confianza. Sin embargo, la pregunta clave es si este plan marcará el inicio de un retorno sostenido del capital extranjero a China.
El primer ministro chino, Li Qiang, ha subrayado que impulsar el consumo será la principal prioridad económica del gobierno para el próximo año. Esta urgencia no es casual: las presiones deflacionarias se han afianzado, con el índice de precios al productor en contracción desde octubre de 2022. Pekín es consciente de que, sin restaurar la confianza tanto de sus consumidores como de los inversores internacionales, corre el riesgo de perder terreno en los mercados financieros globales.
- En este contexto, el enfoque pragmático de China podría empezar a parecer cada vez más atractivo para aquellos inversores que valoran la estabilidad y el crecimiento a largo plazo. Aunque aún es temprano para predecir si este plan se traducirá en una reactivación masiva de la inversión extranjera, el impulso está cambiando.
Mientras tanto, el atractivo de Estados Unidos como destino de inversión parece estar disminuyendo. Con la posible reelección de Donald Trump, empresas e inversores se preparan para otra ronda de decisiones políticas impredecibles, desde guerras comerciales hasta volatilidad fiscal. "Estados Unidos ha sido tradicionalmente un refugio para el capital global, pero la confianza se está erosionando", afirma Green.
"La última política implementada por China indica una voluntad de ajustar el rumbo para recuperar el capital global", concluye Green. "Mientras los mercados estadounidenses se enfrentan a una creciente incertidumbre, la segunda economía más grande del mundo se está posicionando como una alternativa más predecible y rica en oportunidades".