La medida afecta a migrantes de Cuba, Nicaragua, Haití y Venezuela a partir de abril
Washington, 22 de marzo. — La administración del expresidente Donald Trump ha anunciado que revocará el estatus legal de más de medio millón de migrantes que ingresaron legalmente a Estados Unidos en 2022 a través de un programa temporal de libertad condicional. La decisión, publicada este viernes en el Registro Federal y que se formalizará el 25 de marzo, afectará a unas 532,000 personas provenientes de Cuba, Nicaragua, Haití y Venezuela.
El programa, conocido como CNHV (siglas correspondientes a Cuba, Nicaragua, Haití y Venezuela), permitía a migrantes solicitar autorización para volar directamente a Estados Unidos desde sus países de origen, evitando así peligrosos cruces fronterizos. La iniciativa había sido implementada por el presidente Joe Biden como una vía segura y ordenada de migración legal, bajo estrictas condiciones.
- Sin embargo, el Departamento de Seguridad Nacional ha confirmado que, a partir de finales de abril, quienes estén amparados por este programa y no tengan otra base legal para permanecer en el país deberán abandonar el territorio estadounidense o enfrentar procesos de deportación, knfica un informe de Europa Press.
“La revocación del programa CNHV representa un cambio drástico en la política migratoria, afectando a miles de personas que ingresaron de forma legal y que no cuentan con antecedentes penales”, señala un informe de la agencia Bloomberg, que detalla cómo esta medida amplía significativamente la represión migratoria bajo la presidencia de Trump.
Desde su llegada a la campaña electoral y durante su anterior mandato, Donald Trump ha criticado enérgicamente los programas humanitarios y de permisos temporales impulsados por Biden, calificándolos de “ilegales” y vinculándolos a políticas de fronteras abiertas que, según él, comprometen la seguridad del país.
El programa CNHV había sido recibido como una alternativa viable para migrantes que huían de crisis humanitarias y políticas en sus países, permitiéndoles llegar de manera segura y contribuir a la economía estadounidense mediante el trabajo legal.
Organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes han calificado la decisión de “cruel e injusta”, advirtiendo que obligará a miles de familias a regresar a entornos inseguros y sin garantías. “Estas personas cumplieron con los requisitos, pagaron tarifas, y demostraron que podían sostenerse en Estados Unidos. Esta decisión pone en riesgo sus vidas”, denunció un portavoz de Human Rights Watch.
El gobierno de Trump ha argumentado que la eliminación del CNHV responde a la necesidad de “reforzar la seguridad nacional y poner fin a abusos migratorios”, aunque no ha presentado pruebas de que el programa haya sido utilizado con fines ilegales.
La medida, que entrará en vigor a partir de abril, se espera que enfrente recursos legales y protestas tanto a nivel nacional como internacional, mientras miles de migrantes ven ahora truncado su futuro en Estados Unidos.