El Pontífice agradece el apoyo desde el Hospital Gemelli antes de regresar al Vaticano.
El Papa Francisco recibió este domingo, 23 de marzo, el alta médica en "condiciones clínicas estables" tras 37 días ingresado en el Hospital Gemelli de Roma. El Pontífice, de 88 años, apareció en un balcón del centro hospitalario a las 12:02 horas, donde saludó y agradeció el apoyo de miles de fieles que se congregaron en las inmediaciones del hospital.

"Gracias a todos. Veo a esta señora con las flores amarillas. Brava", dijo el Papa mientras levantaba el dedo pulgar y sonreía a la multitud. Aunque visiblemente afectado por la tos, su presencia fue un momento emotivo para los presentes, que corearon su nombre y entonaron cánticos de apoyo.
Según fuentes vaticanas, alrededor de 3.000 personas esperaron pacientemente para ver al Santo Padre en su primera aparición pública desde su internamiento el pasado 14 de febrero. El Papa, que ingresó por una bronquitis y enfrentó complicaciones como una neumonía bilateral severa, ha estado bajo tratamiento farmacológico y oxigenoterapia durante su estancia en el hospital.
Un regreso emotivo al Vaticano
Minutos después de su saludo, el Papa abandonó el hospital en un vehículo blanco, sentado en el asiento del copiloto, acompañado por una comitiva de la Policía. Sin embargo, antes de dirigirse a la residencia de Santa Marta en el Vaticano, hizo una parada en la Basílica de Santa María la Mayor para rezar, un gesto que refleja su profunda espiritualidad y gratitud.
Los médicos que atendieron al Pontífice destacaron que su vida "sí corrió peligro" durante los momentos más críticos de su enfermedad, pero nunca fue intubado. "El Santo Padre siempre ha permanecido alerta y orientado", afirmaron. Ahora, Francisco deberá seguir una terapia parcial y un periodo de convalecencia de al menos dos meses.
Un mensaje de esperanza
La salida del Papa Francisco del Hospital Gemelli no solo marca el fin de un capítulo difícil, sino también un mensaje de esperanza para la Iglesia y el mundo. Su capacidad para conectar con los fieles, incluso en momentos de fragilidad, refuerza su imagen como un líder cercano y resiliente.
Mientras el Pontífice continúa su recuperación en el Vaticano, millones de personas alrededor del mundo siguen enviando sus oraciones y buenos deseos para su pronta y completa recuperación.