Aumenta la lista de actividades canceladas por la inseguridad, que también ha dejado a 200 mil niños sin acceso a la educación.
El Festival de Jazz de Puerto Príncipe (PAP-JAZZ 2025) ha sido postergado nuevamente debido a la creciente ola de violencia pandillera que afecta a la capital haitiana. Este evento, que busca promover el jazz y posicionar a Haití en el mapa cultural internacional, se suma a la lista de actividades canceladas por la inseguridad, que también ha dejado a 200 mil niños sin acceso a la educación.
La Fundación de Jazz de Haití anunció con pesar el aplazamiento del festival, programado inicialmente para enero de 2025 y luego pospuesto para marzo.
Los organizadores explicaron que el deterioro de la seguridad en Puerto Príncipe, donde más del 85% del territorio está controlado por pandillas, imposibilita garantizar la seguridad del público, artistas y equipos.
Este es el segundo año consecutivo en que el evento sufre una cancelación, evidenciando los graves desafíos que enfrenta el país.
Impacto de la violencia en la educación y el futuro de Haití
La violencia pandillera no solo afecta a eventos culturales, sino que también ha dejado a 200 mil niños sin acceso a la escuela. Según el diario Le Nouvelliste, más de 900 colegios han cerrado debido a ataques o porque son usados como refugios para desplazados.
Además, niños desde los 10 años corren el riesgo de ser reclutados por grupos armados, lo que representa una violación grave de sus derechos y una amenaza para el futuro del país.
Geetanjali Narayan, representante de UNICEF en Haití, alertó que el reclutamiento de niños por pandillas aumentó un 70% en 2024, y que casi la mitad de los miembros de estos grupos son menores de edad, algunos con apenas 8 años.
La educación, una herramienta clave para romper este ciclo de violencia, está en peligro, con 284 escuelas destruidas en 2024 y otras 47 convertidas en ruinas en enero de 2025.
El PAP-JAZZ, que desde 2007 ha reunido a artistas internacionales como Branford Marsalis y Gonzalo Rubalcaba, representa una pérdida cultural significativa para Haití.
Sin embargo, la prioridad sigue siendo garantizar la seguridad y el bienestar de la población, especialmente de los niños, cuyo futuro depende de medidas urgentes para frenar la violencia y restaurar el acceso a la educación.Con datos de Prensa Latina