La junta militar declara emergencia en seis estados tras decenas de víctimas y edificios colapsados
BIRMANIA.- Un potente terremoto de magnitud 7,7 sacudió el centro de Birmania (Myanmar) este viernes, causando decenas de víctimas y daños significativos en varias regiones del país. El sismo también se sintió en países vecinos como Tailandia y China, provocando escenas de pánico y evacuaciones masivas.


Medios locales como *Mizzima* confirmaron al menos 21 fallecidos: 14 en el derrumbe de una mezquita en Taungoo, 5 niños en un monasterio de la misma ciudad y 2 en una universidad de Pyaw Bwe.
En Mandalay, edificios residenciales colapsaron, aunque aún no hay cifras oficiales de víctimas. En Aung Pan, un hotel quedó reducido a escombros, con rescatistas luchando por llegar a posibles supervivientes.
El temblor cruzó fronteras. En Bangkok, 43 obreros quedaron atrapados tras el colapso de un edificio en construcción en el mercado de Chatuchak. La primera ministra tailandesa, Paetongtarn Shinawatra, declaró alerta nacional y coordinó operativos de rescate. Mientras, en la provincia china de Yunnan, cercana a Birmania, habitantes evacuaron viviendas ante grietas estructurales.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) informó que el epicentro del terremoto se ubicó cerca de la ciudad de Mandalay, a unos 10 kilómetros de profundidad. Mandalay, la segunda ciudad más grande de Birmania con 1,2 millones de habitantes, sufrió graves daños en su infraestructura. Testigos reportaron el colapso de edificios de varios pisos y calles cubiertas de escombros.
En la localidad de Sagaing, cercana a Mandalay, un puente se derrumbó completamente, dificultando las labores de rescate y el tránsito en la zona. Además, en Taungoo, un monasterio colapsó, dejando a 20 niños atrapados bajo los escombros.
En China, la provincia de Yunnan también sintió los efectos del sismo. Aunque no se han reportado daños significativos, las autoridades locales mantienen una vigilancia constante ante posibles réplicas.
Ante la magnitud de la tragedia, la junta militar birmana declaró el estado de emergencia en seis estados: Naipyidó, Sagaing, Mandalay, Magway, Bago y Shan. Se han movilizado equipos de rescate y se están llevando a cabo estudios para evaluar la extensión de los daños.
Las operaciones de rescate continúan en marcha, con equipos locales e internacionales trabajando para localizar y asistir a las víctimas atrapadas bajo los escombros. La comunidad internacional ha expresado su solidaridad y varios países han ofrecido ayuda humanitaria para apoyar en las labores de recuperación.
Este terremoto es uno de los más fuertes registrados en la región en los últimos años. Birmania se encuentra en una zona de alta actividad tectónica debido a la interacción entre las placas del subcontinente indio y la euroasiática. Sin embargo, la magnitud y el alcance de este sismo han superado las expectativas de los expertos, subrayando la necesidad de fortalecer las infraestructuras y los sistemas de respuesta ante desastres en la región.
Las autoridades han instado a la población a mantenerse alerta ante posibles réplicas y a seguir las indicaciones de los equipos de emergencia. Se recomienda a los residentes de las áreas afectadas buscar refugio en zonas seguras y evitar estructuras dañadas que puedan colapsar debido a las continuas sacudidas.
La situación sigue siendo crítica, y se espera que el número de víctimas y la magnitud de los daños aumenten a medida que avancen las labores de rescate y se recopile más información. La resiliencia y solidaridad de las comunidades afectadas serán fundamentales para superar esta tragedia y comenzar el proceso de reconstrucción.