Universidades plantean inquietudes sobre integración de ambos ministerios
El debate sobre la posible fusión entre el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCyT) y el Ministerio de Educación sigue en el centro de la discusión pública. De acuerdo con el ministro Franklin García Fermín, la decisión final está en manos del presidente Luis Abinader, quien evaluará si somete el proceso al Congreso Nacional para su aprobación.
García Fermín destacó que diversas instituciones académicas han expresado sus observaciones sobre la integración de ambos ministerios. Entre ellas, la Asociación Dominicana de Rectores de Universidades (ADRU) y la Asociación Dominicana de Universidades (ADOU) han planteado puntos clave que requieren análisis por parte del gobierno.
“Las inquietudes deben ser examinadas por el presidente y su equipo técnico, así como por la Consultoría Jurídica. Solo entonces, si el mandatario lo considera viable, la propuesta será enviada al Poder Legislativo”, indicó el ministro.
García Fermín enfatizó que el MESCyT ha desempeñado un rol clave en la educación superior, consolidándose como una entidad fuerte y respetada tanto a nivel nacional como internacional.
Subrayó que el principal desafío es garantizar que los avances logrados no se vean comprometidos en una eventual fusión, sino que, por el contrario, se fortalezcan.
Tendencia en universidades privadas y desafíos de la UASD en matrícula
En otro orden, el titular del MESCyT reveló que las universidades privadas han registrado un aumento en la matrícula estudiantil, mientras que en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) se percibe una disminución significativa.
“No podemos afirmar de manera categórica que la matrícula ha bajado, pero sí hay una preocupación. Mientras algunas universidades han crecido, la UASD ha experimentado una reducción notable”, sostuvo García Fermín.
Para determinar las causas exactas de este fenómeno, el ministerio está en proceso de contratar una firma especializada que realizará una evaluación detallada.
Actualmente, la matrícula de la UASD ronda los 168,000 estudiantes, cuando históricamente se ha mantenido cercana a los 200,000.
El ministro indicó que se necesita un estudio más profundo para definir si la aparente deserción es real o simplemente una fluctuación en la masa flotante de estudiantes que entran y salen de la institución.
Además, se analizará si el MESCyT debe aplicar nuevas políticas para revertir esta tendencia en la UASD.
Por otro lado, García Fermín resaltó que algunas universidades han incrementado significativamente su matrícula y están al borde de la masificación, mientras que otras han logrado mantener un número de estudiantes estable y manejable.
“El equilibrio en la matrícula permite un mejor control académico y administrativo. Es fundamental analizar cada caso y aplicar soluciones acordes a la realidad de cada institución”, concluyó el ministro.