La tragedia sacude a Birmania que trabaja contrarreloj para localizar a 270 desaparecidos.
El terremoto de magnitud 7,7 que golpeó el centro de Birmania el pasado viernes ha dejado un saldo de más de 2.000 muertos y cerca de 4.000 heridos, según la junta militar birmana.
La catástrofe ha sumido al país en una crisis humanitaria, con equipos de rescate trabajando contrarreloj para localizar a 270 desaparecidos.
El director de la Agencia Nacional de Mitigación de Desastres, Zaw Min Tun, confirmó este lunes que el número oficial de fallecidos asciende a 2.056, con 3.900 heridos registrados. Las tareas de rescate continúan mientras se evalúa el daño estructural en distintas localidades afectadas.
Impacto internacional y esfuerzos de asistencia en las zonas afectadas
El Ministerio de Exteriores de Francia informó que entre las víctimas se encuentran dos ciudadanos franceses, mientras que el gobierno chino confirmó la muerte de tres de sus nacionales en Birmania.
La embajada de Francia en Yangón y la de China han activado sus mecanismos de apoyo y coordinación para asistir a los afectados.
El desastre también afectó a Tailandia, donde 17 personas murieron en Bangkok tras el colapso de un edificio en construcción. Los equipos de emergencia continúan la búsqueda de 80 desaparecidos, sin que hasta el momento se hayan hallado nuevos sobrevivientes.
Las autoridades han instado a la comunidad internacional a enviar ayuda humanitaria y equipos de rescate, mientras se continúa evaluando el impacto del sismo y se teme que la cifra de víctimas siga aumentando.