El pueblo, de todos modos y maneras, expresa así su sentir, su querer y sus sueños. Y eso debe respetarse.
En nuestro hermoso país, que ALGUNOS NO QUIEREN quesea libre, democrático, soberano e independiente de toda potencia extranjera, son muchos los que opinan de todo.
Sabiendo o sin saber, los dominicanos tenemos la costumbre de expresar nuestras creencias acerca de la educación, la economía, la política y hasta sobre la Geopolítica que el distinguido Iván Gatón ha puesto tan de moda.
El pueblo, de todos modos y maneras, expresa así su sentir, su querer y sus sueños. Y eso debe respetarse.
Sin embargo, me concita un duro pensar que personas ilustradas, profesionales supremos y hasta exlíderes de masas, prosigan confundidos en casos simples.
Desconocer o desdecir que nuestro sistema educativo no anda bien, es querer engañarse y engañarnos. Y eso no se corresponde con líderes, guías y expertos sanos, a menos que le demos un puesto cimero a la politiquería, que tanto arropa nuestra cruda, dura y desigual realidad social.
Educación es, en si misma, algo que aprendemos en el hogar, en la escuela o colegio, en nuestro entorno social, el trabajo y por donde quiera que nos movemos. Sin necesidad, a veces, de escucharlo o leerlo.
Si en el hogar aprendemos a saludarnos con el ‘buenos días’, ‘buenas tardes’ y ‘buenas noches’, es lógico que jamás lo olvidemos y lo usemos en escuela, vecindad, trabajo y otros.
Si aprendemos a respetar a los mayores, vecinos y maestros, es lógico que ya adolescentes o adultos sigamos dicha práctica. O aquella de no tocar nunca lo ajeno.
Pero entonces entra la bendita POLITIQUERIA para indicar que ‘todo va bien en la enseñanza’, a fin de resguardar las intenciones de los que la cubren y de los que se benefician de decirlo, como ocurre actualmente aquí.
¿Quién pensaría que veríamos hoy día a maestros mal vestidos, vociferando en calles como tigueres desenjaulados, protestando porque ALGUIEN les ordena que ese comportamiento es correcto y necesario para alcanzar objetivos monetarios?
¿Quién había visto hace algunos años a maestros ingiriendo alcohol hasta domingo en la noche, cuando el lunes deben ir a la docencia, como se puede ver y comprobar ahora?
La POLITIQUERIA ha logrado, inclusive, que se le diga a la población que ser Nacionalista es malo, negativo y absurdo. Que defender nuestros valores de Dios, Patria y Libertad es cosa del pasado. Que supuestos izquierdistas coincidan con los norteamericanos en apadrinar parejas de hombres y de mujeres, parejas que luego quieren adoptar criaturas.
Y caigo en un mensaje final: los ciudadanos haitianos tienen todo el derecho de vivir, estudiar, medicarse y crecer sanos, pero, sobre todo, en su propio país. Ellos deben luchar y hacerse respetar, pero en Haití.
Ellos deben dejar a un lado su racismo contra blancos y mejorar sus costumbres, pero en Haití.
Ellos no pueden pretender nueva vez invadirnos, dizque pacíficamente, porque sus bárbaros dirigentes del pasado asílo soñaron, decidieron y anhelan sus actuales líderes.
Nadie desea guerras, de ningún tipo., nadie desea enemistarse del vecino; nadie debería vivir en la orfandad y la miseria, pero los dominicanos no estamos en capacidad de atendernos nosotros mismos en nuestras calamidades, y mucho menos cargar con las de esos infelices haitianos que deben entender que es en su territorio donde deben luchar y progresar.
Y para los que se hacen los tontos al decir que los dominicanos emigran en grandes cantidades, hay que decirlesque sí, que es verdad, pero a países desarrollados donde pueden ellos y los familiares que dejan atrás mejorar sus condiciones de vida. Aquí no estamos en condiciones para albergar un millón, dos millones, tres o cuatro millones de pobres haitianos, pues no somos un país con altos niveles de desarrollo.
Aquí seguimos anhelando mejorar la educación, mejorar el acuciante y horrendo tránsito vial por la falta de sanciones severas, disminuir la excesiva migración haitiana que nos tiene al borde del colapso como nación, mejorar nuestros servicios de salud y eliminar la CORRUPCION ya enquistadaen todos los estratos sociales y políticos del país. No podemos cargar con más problemas.
31 de marzo de 2025.