ONU denuncia brutalidad de ataques en Kenscoff y pide acción urgente
Puerto Príncipe, 7 de abril de 2025. – Más de dos meses de violencia extrema han convertido a Kenscoff, una comuna montañosa al sureste de Puerto Príncipe, en escenario de una masacre. Según un informe publicado hoy por la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (BINUH) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), los ataques han dejado al menos 262 personas muertas y 66 heridas. Las cifras reflejan la magnitud de una crisis humanitaria que se agrava día a día.
Del total de víctimas, el 53% eran civiles y el 47% estaban relacionados con grupos criminales. “Los ataques fueron deliberadamente brutales, diseñados para sembrar el pánico entre la población”, declaró María Isabel Salvador, Representante Especial del Secretario General de la ONU en Haití. Las imágenes que surgen del informe son desgarradoras: hombres, mujeres y niños ejecutados en sus hogares o en caminos mientras huían; cuerpos quemados; mujeres y niñas violadas. Alrededor de 200 viviendas fueron destruidas o incendiadas, y más de 3.000 personas se vieron forzadas a escapar.
Los responsables: bandas armadas que buscan expandir su control territorial desde Kenscoff hacia Pétion-Ville, debilitando aún más a un Estado ya colapsado. Los ataques comenzaron el 27 de enero, y aunque las fuerzas de seguridad haitianas reaccionaron tarde, con apoyo de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMAS) han logrado frenar parcialmente el avance criminal. Sin embargo, no han logrado restablecer el orden.
Entre el 24 y el 27 de marzo se registraron los ataques más recientes, lo que evidencia que los grupos criminales siguen activos en la zona. Desde enero, han muerto cuatro agentes de seguridad haitianos y un miembro de la MMAS ha resultado herido.
El informe de la ONU no solo documenta los horrores sufridos por la población, sino que también ofrece una hoja de ruta para frenar la violencia. Las recomendaciones están dirigidas tanto a las autoridades haitianas como a la comunidad internacional, con énfasis en fortalecer a las fuerzas de seguridad y brindar atención urgente a las víctimas.
A pesar de los esfuerzos humanitarios liderados por DINEPA, agencias de la ONU y ONG, la ayuda sigue siendo insuficiente. Las necesidades básicas no están cubiertas, y el impacto psicológico —especialmente en niños víctimas o testigos de violencia sexual y asesinatos— es devastador.
El informe se basa en una investigación rigurosa que documenta con precisión los seis episodios de violencia que devastaron Kenscoff. La comunidad internacional enfrenta ahora un dilema ético y político: actuar con decisión o permitir que el terror continúe en uno de los rincones más vulnerables del Caribe.