La IX Cumbre de CELAC impulsa integración regional con nuevos acuerdos
TEGUCIGALPA — Con la presencia de más de una decena de jefes de Estado y representantes de alto nivel, la IX Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) arrancó este miércoles en la capital hondureña con un firme llamado a reforzar la integración regional.
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, lideró la apertura de la cumbre, destacando los avances logrados durante su mandato al frente de la presidencia pro tempore, que ahora pasa a manos de Colombia. Uno de los principales logros de su gestión fue el lanzamiento del primer repositorio digital de CELAC, desarrollado con el apoyo del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), que conservará la documentación institucional del organismo.
Durante la jornada se presentó y aprobó la “Declaración de Tegucigalpa”, un documento estratégico que define la hoja de ruta para profundizar la integración política y económica en América Latina y el Caribe. Además, los líderes discutieron programas conjuntos en áreas clave como energía, infraestructura y conectividad portuaria.
El vicepresidente de Política Exterior de Honduras, Gerardo Torres, subrayó la relevancia de actuar en bloque: “Cuando negociamos juntos, nuestras posibilidades de éxito frente a las grandes potencias se multiplican”.
Uno de los momentos destacados fue el mensaje enviado por el expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica, quien a sus 90 años reiteró el valor de la unidad: “La verdadera fuerza está en nuestra capacidad de caminar juntos”.
La delegación dominicana también tuvo una participación activa. Encabezada por Rubén Arturo Silié Valdez y Ana Castellanos, reafirmó su compromiso con los objetivos regionales trazados durante la cumbre.
El nuevo presidente pro tempore de CELAC, Gustavo Petro, delineó su visión de una región más cohesionada, capaz de enfrentar desafíos globales como el cambio climático, la migración, la seguridad alimentaria y la defensa de la democracia.
La Cumbre de Tegucigalpa cierra con un mensaje claro: la unidad no es una opción, es una necesidad urgente para enfrentar los retos del presente y construir un futuro compartido en América Latina y el Caribe.